Antes de las elecciones primarias de Carolina del Sur que se realizará el sábado, una activista del movimiento Black Lives Matter interrumpió a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton el miércoles en Charleston, durante un encuentro privado destinado a recaudar fondos. Ashley Williams desplegó un cartel que decía “Debemos llamarlos al orden”, en referencia a las controvertidas declaraciones que Clinton hizo en 1996 acerca de algunos jóvenes a los que ella denominó “superpredadores”. Williams luego tuvo un intercambió con Clinton, al decir “No soy una superpredadora”. Nos acompaña Williams para analizar por qué se sintió impulsada a tomar esa medida. “Tuvo veinte años para responder estas preguntas”, pero todavía no lo hizo, señala Williams.