En Brasil, más de un millón de personas marcharon en demanda de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, en medio de la crisis económica y el escándalo por corrupción que atraviesa ese país. Una compañía encuestadora afirma que un récord de medio millón de personas marchó solamente en San Pablo, mientras que estimativos de la policía militar, que en el pasado ha sido acusada de exagerar las cifras, ubica la participación a nivel nacional en unos 3,5 millones de personas. El predecesor de Rouseff, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, fue acusado de lavado de dinero.
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