Y en Honduras, miles de personas se congregaron en el hogar de la asesinada activista defensora del medio ambiente Berta Cáceres para dar el último adiós a una de las principales defensoras del derecho a la tierra de los pueblos originarios en Honduras. A Cáceres, que recibió el Premio Ambiental Goldman el año pasado, le dispararon en su hogar en la madrugada del jueves. Había recibido reiteradas amenazas de muerte por su oposición a proyectos mineros y de construcción de represas, entre ellos, la represa Agua Zarca. En un comunicado, el senador de Vermont Patrick Leahy instó a la suspensión del proyecto para la construcción de la represa. Los seguidores de Cáceres, entre ellos, Lesly Flores, han prometido continuar con la lucha.
Flores expresó: “[Estamos aquí] dándole el último adiós, pero la verdad de todas es que Berta no ha muerto. Berta vive en nuestros corazones y en realidad no la han matado, a Berta no la han matado, Berta es una semilla que nos han dejado para nosotros. Esa semilla va a germinar día a día y nosotras como mujeres vamos a seguir en la lucha. No tenemos miedo”.