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Cientos de miles de personas salieron a la calle en Yemen esta semana, para protestar contra el primer aniversario de la ofensiva saudita respaldada por EE.UU. contra los rebeldes houtíes. Según se informa, las manifestaciones fueron las más grandes en Yemen desde las manifestaciones del año 2011 que llevaron a la renuncia del presidente Ali Abdullah Saleh. Desde marzo del año pasado, más de seis mil personas fueron asesinadas en Yemen, casi la mitad de ellos eran civiles. “Los yemeníes me preguntan ‘¿Por qué no hay indignación a nivel global cuando nuestras escuelas, universidades, hospitales, clínicas, estadios de fútbol y parques infantiles son bombardeados con bombas estadounidenses?’, afirma Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de Human Rights Watch para Medio Oriente y Norte de África. Su artículo más reciente para el periódico Los Ángeles Times se titula “The U.S. is quietly helping Saudi Arabia wage a devastating aerial campaign in Yemen” (EE.UU. ayuda en silencio a Arabia Saudita a hacer una campaña aérea devastadora en Yemen). Mientras tanto EE.UU. lanzó ataques aéreos contra Al Qaeda en el sur de Yemen, dejando un saldo de 14 muertos considerados por fuentes locales como sospechosos de ser combatientes. También escuchamos a Farea Al Muslimi, profesor visitante en el Centro Carnegie de Medio Oriente ubicado en Beirut, además de co fundador y titular del Centro de Estudios Estratégicos de Saná. En el año 2013, Farea Al-Muslimi declaró ante una audiencia del subcomité de asuntos jurídicos del senado de EE.UU. sobre el programa secreto estadounidense de aviones no tripulados.