Un nuevo e impresionante informe publicado en la revista New Yorker documenta cómo los guardias penitenciarios de la Institución Correccional de Dade en Florida sometieron a presos enfermos mentales a violentas golpizas, duchas de agua hirviendo y graves privaciones de la alimentación. El periodista Eyal Press opina que los guardias actúan casi con impunidad, ya que el personal de la cárcel, entre ellos trabajadores de salud mental, con frecuencia teme represalias si hacen denuncias. Además, escribe que las cárceles se convirtieron en los principales instituciones de salud mental en EE.UU. La situación es particularmente extrema en Florida, que invierte menos dinero per cápita en salud mental que cualquier estado, a excepción de Idaho. Hablamos con Eyal Press y una de sus fuentes, George Mallinckrodt, psicoterapeuta y denunciante que perdió su trabajo después de denunciar el abuso contra sus pacientes en la Unidad de Atención Transitoria de la Institución Correccional de Dade en Florida, en el año 2011.