Por otra parte, en Brasil continúan las manifestaciones luego de que los legisladores votaran suspender a la presidenta Dilma Rousseff y someterla a un juicio político. Rousseff está acusada de haber alterado las cuentas del Gobierno para ocultar un déficit presupuestal. Sin embargo, ella acusa a sus opositores de derecha de impulsar un golpe de Estado. Quien la sustituyó en el cargo, Michel Temer, conformó un gabinete integrado en su totalidad por hombres blancos, al que se le encomendó la tarea de implementar políticas favorables al sector empresarial. Rousseff sostuvo que el nuevo Gobierno carece de legitimidad.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó: “Creo que estamos observando un nuevo concepto en relación con el sistema presidencial de América Latina. Pienso que es una mezcla; como los golpes militares pasaron de moda, existe un problema para todos los regímenes, como los de sistema presidencial, en los que hay una fecha para su comienzo y otra para su finalización.
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