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Los estudiantes de la escuela secundaria Riverside de la localidad de Durham, Carolina del Norte, se reúnen hoy en el capitolio, para exigir la liberación de Wildin Acosta, un compañero indocumentado, de 19 años de edad, sin antecedentes policiales, que cursaba el último semestre de dicha escuela secundaria. La familia Acosta es oriunda de Olacho, Honduras, una de las regiones más violentas de un país con uno de las índices de asesinatos más altos del mundo. La deportación de Wildin estaba prevista para el mes de marzo, pero docentes y compañeros se reunieron, hicieron vigilias, presionaron a los representantes locales y recurrieron a los medios de comunicación. Wildin Acosta permanece detenido en el tristemente célebre Centro de Detención Steward de Georgia. Wildin es uno de los adolescentes de Carolina del Norte, a veces llamados los “NC6”, que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) detuvieron como parte de la operación Guardián de Fronteras del gobierno de Obama. Todo esto se produce en momentos en que se conocen informes de que ICE acaba de lanzar una nueva campaña de un mes de duración destinada a detener y deportar específicamente a madres centroamericanas indocumentadas y a sus hijos. Desde Washington se comunica con nosotros Paromita Shah, directora del Proyecto Nacional de Inmigración de la Asociación Nacional de Abogados; también nos acompaña Axel Herrera, estudiante de la secundaria Riverside en Durham, Carolina del Norte, a la que asistía Wildin Acosta.