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Hoy se cumplen seis semanas desde que casi cuarenta mil trabajadores de Verizon iniciaron una huelga en la Costa Este de EE.UU., desde Massachusetts hasta Virginia, haciendo de esta una de las mayores huelgas en EE.UU. en años. Los trabajadores están sin contrato desde el mes de agosto, en un intento de la empresa Verizon de reducir las jubilaciones y los beneficios y tercerizar el trabajo en México, Filipinas y República Dominicana. El martes, el director de Verizon, Lowell McAdam, admitió que las ganancias del segundo trimestre del año pueden verse afectadas debido a la huelga, la empresa está retrasada en nuevas instalaciones de televisión e Internet. Mientras tanto, los analistas financieros proyectan que la huelga le costará a Verizon $200 millones de dólares de beneficios este año y una pérdida de $343 millones de dólares en concepto de ingresos en el segundo trimestre solamente. La huelga de Verizon es organizada por dos sindicatos: Trabajadores de la Comunicación de EE.UU. y Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos. Hablamos con la trabajadora de Verizon Pamela Galperin y Bob Master, asistente del vicepresidente de Trabajadores de la Comunicación de EE.UU.
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