Bangladesh sigue de duelo después de que veinte personas fueran asesinadas en el atentado perpetrado el viernes por un grupo de combatientes que tomaron un moderno café de la zona diplomática de la capital, con explosivos, armas de fuego y espadas. En la toma, que duró once horas, los milicianos mataron a 20 personas que provenían de distintas partes del mundo. Dos agentes de policía murieron más tarde, cuando las autoridades ingresaron al lugar y mataron a seis de los cinco atacantes. Las autoridades afirman que los atacantes eran jóvenes pertenecientes a la elite bangladesí, muchos de los cuales habían asistido a instituciones educativas de gran prestigio en ese país. Nos acompaña Sara Hossain, abogada que se desempeña en la Corte Suprema de Bangladesh, para hablar de la historia que tiene ese país en el enfrentamiento a las amenazas a sus tradiciones seculares. “Luchamos contra otras fuerzas. Luchamos contra fuerzas militares y el autoritarismo que todavía tenemos con una apariencia secular, por supuesto. Y luchamos contra los fundamentalistas que toman el control de nuestros procesos políticos. Por lo tanto creo que el hecho de que tengamos estas características tan marcadas es un motivo por el cual nos atacan”.