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En Filipinas, una ola de asesinatos extrajudiciales se cobró miles de vidas desde que Rodrigo Duterte asumió la presidencia en el mes de junio. Duterte prometió durante su campaña reprimir a consumidores de drogas, de la misma manera en que lo hizo durante mucho tiempo como alcalde de la ciudad de Davao, donde sus tácticas de hombre fuerte hicieron que Human Rights Watch lo denominara “el alcalde de los escuadrones de la muerte”. Su promesa de poner fin a los delitos durante la campaña presidencial le valieron el apodo de “el Trump filipino”. Un sicario declaró el miércoles que cuando Duterte era alcalde, él personalmente le ordenó cometer asesinatos. Esto se produce en momentos en que el presidente Obama canceló una reunión con Duterte durante su gira por Laos, después de que Duterte lo insultara y le advirtiera que no preguntara por la llamada guerra contra las drogas.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Ninotchka Rosca. Rosca es una activista y feminista filipina, autora de libro State of War (Estado de guerra), una novela ambientada en Filipinas durante la dictadura de Ferdinand Marcos.