En Brasil, la policía reprimió a manifestantes con gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento, cañones de agua y balas de goma durante una marcha realizada el domingo en Sao Paulo en apoyo a la presidenta destituida, Dilma Rousseff. Unas 100.000 personas se lanzaron a las calles para protestar contra el nuevo presidente, Michel Temer, quien asumió el cargo luego de que el Senado brasileño destituyera a Rousseff la semana pasada. Las siguientes son palabras de uno de los manifestantes.
Gustavo Amigo dijo: “El gobierno de Temer se propone llevar a cabo reformas antidemocráticas que van contra el pueblo. Y estamos aquí para demostrar que el pueblo todavía tiene el poder y que, a pesar del golpe, estamos aquí en las calles para derrocar al [actual] gobierno y pedir que se llame a elecciones”.