En Turquía, la Policía llevó a cabo una serie de redadas en Estambul, en las que arrestó a más de 12 personas, mientras sigue buscando al hombre que abrió fuego y mató a 39 personas en una discoteca durante la celebración de Año Nuevo. El autoproclamado Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad del ataque del domingo en la discoteca Reina, donde cientos de turcos y extranjeros celebraban en la madrugada. Once ciudadanos turcos y más de 20 turistas de Arabia Saudí, Irak, Líbano, Jordania, India, Marruecos y otros países murieron en el ataque.
Younis Tuerq dijo: “En realidad no lo vi. En cuanto entró a la discoteca comenzó a disparar y no se detuvo. Disparó al menos durante veinte minutos seguidos. Pensamos que eran varias personas porque no paraba. Y también se escuchó una especie de explosión, lanzó explosivos. Logramos escondernos y afortunadamente no salió a la terraza, se quedó adentro”.
El lunes, las autoridades turcas publicaron dos fotografías del sospechoso del ataque. Funcionarios afirman que las fuerzas armadas turcas también atacaron objetivos del ISIS en Siria el lunes y dejaron un saldo de 22 muertos.