En España, el presidente del gobierno regional de Cataluña, Carles Puigdemont, declaró el martes que la región había ganado el derecho a la independencia, pero aparentemente no llegó a declarar la secesión y, en su lugar, solicitó negociaciones con España.
Carles Puigdemont declaró: “El Gobierno y yo proponemos que el Parlamento [de Cataluña] suspenda los efectos de la declaración de independencia para emprender conversaciones en las próximas semanas, sin las cuales es imposible llegar a una solución acordada. Creemos firmemente que el momento no solo requiere disipar las tensiones sino, más que nada, expresar un claro compromiso para presentar las demandas del pueblo catalán, teniendo en cuenta los resultados del [referéndum del] 1 de octubre”.
Sin embargo, más tarde, ese mismo día, Puigdemont y otros legisladores firmaron una declaración de independencia. Hoy, el presidente español, Mariano Rajoy, dijo que podría movilizar al gobierno para invocar el artículo 155 de la Constitución, que nunca se ha utilizado en la historia democrática moderna de España. Este artículo le permitiría a España suspender a los legisladores catalanes y tomar el control administrativo de la región.