Titulares30 de octubre de 2017

Paul Manafort, el ex jefe de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su ex asociado comercial Rick Gates tuvieron que entregarse a las autoridades el lunes por la mañana, después de que un gran jurado federal en Washington DC presentara los primeros cargos formales en la investigación que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016. Todavía no está claro qué cargos enfrentan, pero Manafort está siendo investigado por sus acciones de cabildeo en el extranjero. Mueller también investiga si los asociados de Trump participaron en actividades de lavado de dinero o de evasión de impuestos, y si el despido del director del FBI, James Comey, en mayo, constituye una maniobra de obstrucción a la Justicia por parte de Trump. Cuando se hicieron públicas las noticias de las acusaciones formales, el presidente Trump arremetió contra Hillary Clinton y el Partido Demócrata en Twitter: “Toda esta charla sobre ‘Rusia’ justo cuando los republicanos están dando un gran impulso a un histórico recorte de impuestos y reforma tributaria. ¿Coincidencia? ¡NO!”.

Mientras tanto, el periódico The New York Times informa que el gobierno de Rusia le entregó un memorándum a una abogada rusa antes de su reunión de junio de 2016 en la Torre Trump con integrantes de la campaña de Trump. La reunión, a la que asistieron Donald Trump Jr., Jared Kushner, Paul Manafort y otros, se produjo después de que la abogada, Natalia Veselnitskaya, prometiera información perjudicial sobre Hillary Clinton, en un intento de ayudar a Trump a ganar las elecciones presidenciales. Veselnitskaya anteriormente había declarado que había asistido en calidad de abogada privada y que no actuaba en nombre del Kremlin. Sin embargo, The New York Times informa que la abogada se encontró con el fiscal general de Rusia antes de la reunión, y que tenía un memorándum con párrafos enteros redactados por la oficina del funcionario ruso.

El sábado, el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, declaró que la amenaza de un ataque nuclear por parte de Corea del Norte se estaba acelerando, y advirtió que el gobierno del presidente Donald Trump estaba preparado para lanzar un ataque total contra este país de 25 millones de habitantes. Estas son declaraciones de Mattis junto con su homólogo surcoreano durante una visita a Seúl.

James Mattis enunció: “Que no haya lugar a dudas: cualquier ataque a Estados Unidos, o a nuestros aliados, será derrotado. Y cualquier uso de armas nucleares por parte del Norte recibirá una respuesta militar masiva efectiva y arrolladora”.

La amenaza de Mattis se produjo mientras el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, recorría un sitio de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales en una Base de la Fuerza Aérea en Minot, Dakota del Norte, donde les dijo a los aviadores que el gobierno del presidente Donald Trump estaba preparado para lanzar un ataque contra Corea del Norte.

Mike Pence declaró: “Las amenazas que enfrentamos hoy significan que, una vez más, la seguridad de Estados Unidos y nuestro propio futuro dependerán de que los aviadores de Minot estén listos y preparados. […] La historia demuestra que el camino más seguro hacia la paz es mediante la fuerza estadounidense. No hay mayor elemento de la fortaleza estadounidense, no hay mayor fuerza para la paz en el mundo que el arsenal nuclear de Estados Unidos”.

La visita de Pence se produjo en el marco de las intenciones del gobierno Trump de expandir el arsenal nuclear de Estados Unidos. Un borrador de la Revisión de la Postura Nuclear elaborado por altos funcionarios del gobierno en septiembre solicita nuevas ojivas nucleares de “bajo rendimiento”, misiles de crucero con armamento nuclear para lanzar desde el mar, preparativos para posibles pruebas de armas nucleares y una reducción de las condiciones bajo las cuales Estados Unidos podría lanzar un ataque nuclear.

El sábado en Somalia, un grupo de combatientes de al-Shabab irrumpió en un hotel en la capital, Mogadiscio, con un saldo de al menos 29 muertos y más de 30 heridos. El ataque comenzó cuando los milicianos hicieron estallar un camión bomba para abrirse paso por la entrada fortificada del hotel. Minutos más tarde, los combatientes fueron a cada cuarto y les dispararon a los huéspedes. Los testigos afirman que los hombres usaron tarjetas de identidad del servicio de inteligencia del país y vestían el uniforme de esta agencia. El asalto se produjo antes de una reunión que iba a tener lugar en el hotel entre el presidente de Somalia y otros altos funcionarios. El ataque más reciente se produjo dos semanas después de un atentado masivo en Mogadiscio que dejó al menos 358 personas muertas e hirió a otras 400.

El gobierno de España ha tomado el control de Cataluña, despojando a la región noreste de su autonomía, en un intento de reprimir al movimiento independentista catalán. El viernes de noche, el presidente español, Mariano Rajoy, anunció que su gabinete había despedido al líder catalán, Carles Puigdemont, y disuelto el Parlamento de Cataluña en virtud del artículo 155 de la Constitución, que nunca se había utilizado en la historia democrática moderna de España. Rajoy ordenó que se realicen elecciones regionales en diciembre. El anuncio se produjo justo después de que el Parlamento regional de Cataluña votara por la independencia, con un margen de 70 votos contra 10. En Barcelona, Puigdemont denunció las acciones de Rajoy y afirmó que el líder español estaba eliminando un gobierno democráticamente electo. También aconsejó una resistencia pacífica permanente.

Carles Puigdemont expresó: “La mejor forma de defender los logros alcanzados hasta la fecha es la oposición democrática a la aplicación del artículo 155. […] Debemos hacerlo preservándonos de la represión y las amenazas, sin abandonar nunca, en ningún momento, una conducta civilizada y pacífica”.

El domingo, cientos de miles de manifestantes a favor de la unidad española ondearon banderas de España, Cataluña y la Unión Europea en las calles de Barcelona. Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la crisis en Cataluña.

En Puerto Rico, el gobernador Ricardo Roselló declaró el domingo que le había ordenado a la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico que cancelara el polémico contrato por 300 millones de dólares con la pequeña empresa Whitefish Energy, que tiene sus oficinas centrales en Montana. La decisión del gobernador se produjo después de gran presión y escrutinio del contrato para reconstruir la red eléctrica de Puerto Rico, devastada por el huracán María. La empresa Whitefish tiene su sede en la pequeña ciudad natal del secretario del Interior, Ryan Zinke, y el jefe de la empresa de capital privado que respalda Whitefish fue donante de la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. A fines de la semana pasada, una copia filtrada del contrato desató aún más indignación, cuando se vio que los términos prohibían sanciones por demoras en el trabajo e impedían que el proyecto fuera auditado. Este es Ángel Figueroa Jaramillo, presidente del sindicato Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego , en una entrevista para Democracy Now!.

Ángel Figueroa Jaramillo declaró: “Nosotros entendemos que esta decisión del gobernador está en la mira de las principales interrogantes que se han planteado y las dudas que circulan sobre si la FEMA [Agencia Federal para el Manejo de Emergencias] podrá reembolsar el dinero. Y dada la posibilidad de que la FEMA se haya distanciado del reembolso del dinero, y dada la facturación de 11 millones de dólares, el gobernador está pidiendo que se cancele el contrato. Sin embargo, en este proceso, no ha pedido la renuncia del ingeniero Ricardo Ramos, que es fundamental. Él es quien ha defendido este contrato. Él no habla sobre seguir investigando todo este proceso, y, sobre todo, no habla de cooperar en ninguna investigación federal que pueda emprenderse en cuanto al contrato de Whitefish”.

Visite democracynow.org/es para ver la entrevista completa realizada el domingo en Puerto Rico, a donde se desplazó durante el fin de semana el equipo de Democracy Now!. Sigue a través de nuestras redes sociales de Facebook y Twitter, y en nuestro sitio web toda nuestra cobertura sobre la devastación de la isla tras el paso del huracán Maria.

Dos mujeres más salieron a la luz para acusar al desprestigiado magnate del cine Harvey Weinstein, por lo que la cifra total de mujeres que lo acusan de acoso y abuso sexual ascendió a 60, como mínimo. La actriz Anabella Sciorra dijo en una entrevista con la revista The New Yorker que Weinstein había entrado por la fuerza a su apartamento en 1992 y la había violado. Por su parte, la actriz Daryl Hannah afirmó que Weinstein intentó varias veces entrar por la fuerza a su apartamento, y recordó que una vez incluso tuvo que encerrarse en su habitación y reforzar la entrada con muebles. Mientras tanto, Rose McGowan dijo al periódico The New York Times que le ofrecieron un millón de dólares a cambio de firmar un acuerdo de confidencialidad y no divulgar que fue violada por Weinstein durante el festival de cine de Sundance en 1997. McGowan habló el viernes en una conferencia de mujeres en Detroit.

Rose McGowan afirmó: “Me silenciaron durante 20 años. Me llamaron prostituta. Me acosaron. Me difamaron. ¿Y saben qué? Soy como ustedes, porque lo que me sucedió a mí tras bastidores nos sucede a todas nosotras en esta sociedad. Y esto no puede seguir así, no va a seguir así”.

Más mujeres acusaron a George H.W. Bush de abuso sexual, tras lo cual la cifra total de mujeres que lo acusan llegó a cinco. Entre ellas se encuentra la ex candidata al Senado por Maine Amanda Staples, quien afirmó en Instagram que Bush la había tocado indebidamente en 2005 cuando posaba para una foto con el expresidente de Estados Unidos.

Mientras tanto, la Casa Blanca confirmó el viernes que su posición oficial es que las 16 mujeres que acusaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de comportamiento sexual indebido están mintiendo. Estas son las palabras de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, tras una pregunta de Jacqueline Alemany, de la cadena de noticias CBS.

Jacqueline Alemany: “Al menos 16 mujeres acusaron al presidente de haberlas acosado sexualmente durante el transcurso de la campaña. La semana pasada, en una conferencia de prensa en el Rose Garden, el presidente se refirió a estas acusaciones como ‘noticias falsas’. ¿La posición oficial de la Casa Blanca es que todas estas mujeres están mintiendo?”

Secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders: “Sí, hemos sido claros con esto desde el comienzo, y el presidente ya se pronunció”.

Un documento desclasificado recientemente confirma que a comienzos de la década de 1960 la CIA analizó la posibilidad de colocar bombas en Miami, masacrar a refugiados cubanos y asesinar a exiliados cubanos, todo en un intento para poner a la opinión pública internacional en contra del líder cubano Fidel Castro. El documento es uno de los casi 3.000 archivos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy que se publicaron la semana pasada. Un memorando dirigido al general militar de alto rango Maxwell Taylor en abril de 1962 describe los planes de la operación Mongoose, un programa encubierto dirigido a subvertir y derrocar a la revolución cubana. Una parte del documento indica: “La campaña de terror podría dirigirse a los refugiados cubanos que buscan asilo en Estados Unidos. Podríamos hundir un barco lleno de cubanos con destino a Florida (de verdad o de forma simulada). Podríamos promover ataques contra la vida de los refugiados cubanos en Estados Unidos. […] Hacer explotar algunos explosivos plásticos en lugares elegidos con cuidado”. Otra parte del memorando describe los planes para liberar agentes biológicos y químicos sobre territorio cubano, con el fin de provocar la pérdida de cultivos.

En la ciudad de Nueva York, miles de personas marcharon por el puente de Brooklyn el sábado para conmemorar el quinto aniversario del huracán Sandy y reclamar medidas urgentes en materia de cambio climático. El 29 de octubre de 2012, el huracán azotó Nueva York, Nueva Jersey y partes de Nueva Inglaterra con una marejada ciclónica sin precedentes de hasta casi cuatro metros de altura, que provocó la muerte de 159 personas en la costa este y produjo daños en más de 650.000 hogares. El huracán provocó la pérdida de 70.000 millones de dólares en concepto de daños a lo largo de ocho estados. Los manifestantes del sábado exigieron a las autoridades del estado y la ciudad que inviertan en energía limpia y que retiren sus inversiones de las empresas de combustibles fósiles y los bancos que las financian.

En noticias del mundo de los deportes, decenas de miembros de Houston Texans, uno de los equipos que integran la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por su sigla en inglés) se arrodillaron o sentaron durante la entonación del himno nacional estadounidense, antes de un partido con los Seattle Seahawks, el domingo, luego de los comentarios denigrantes vertidos por el propietario multimillonario del equipo, Bob McNair. La protesta se produjo luego de que la cadena de deportes ESPN informara que, durante una reunión que tuvo lugar la semana pasada, McNair se quejó ante otros propietarios de equipos sobre las protestas de los jugadores contra la injusticia racial y la violencia policial y dijo: “No podemos permitir que los presos manejen la prisión”. Luego McNair pidió disculpas por el comentario. Bob McNair es un gran seguidor de Donald Trump que ayudó a financiar su campaña y le proporcionó un millón de dólares al comité inaugural de Trump.

Y Dennis Banks, el mítico líder anishinaabe y activista por los derechos de los indígenas estadounidenses, falleció a los 80 años. En 1968, Banks fue cofundador del Movimiento Indígena Estadounidense. Un año más tarde participó en la ocupación de la isla de Alcatraz, en California. En 1972 colaboró con la “Ruta de los Tratados Incumplidos” del Movimiento Indígena Estadounidense, una caravana de varios grupos de activistas que cruzó Estados Unidos con destino a Washington DC, para poner el foco en la difícil situación de los indígenas estadounidenses. Ese mismo año, el movimiento ocupó el edificio de la Oficina de Asuntos de Indígenas en Washington DC. A comienzos de 1973, los miembros del movimiento tomaron control y ocuparon durante 71 días el pueblo de Wounded Knee, ubicado en la reserva indígena de Pine Ridge, en una medida que algunos denominan Wounded Knee II, en referencia a la masacre de Wounded Knee ocurrida en 1890 y en la que cientos de indígenas murieron a manos del ejército estadounidense. En una entrevista con Democracy Now! en 2012, Banks relató cómo fue separado de su familia en la década de 1940 y obligado a asistir a un internado junto con miles de niños indígenas estadounidenses.

Dennis Banks relató: “Me llevaron a un internado cuando tenía cuatro años de edad; me separaron de mi madre y de mi padre, de mis abuelos, con quienes pasaba la mayor parte del tiempo. Me alejaron de ellos abruptamente y me pusieron en un internado a casi 500 kilómetros de mi hogar. Las golpizas comenzaron casi inmediatamente, fue prácticamente un programa de ‘desindigenización’. Fue una experiencia terrible, con la que el gobierno estadounidense estaba experimentando. Eran intentos para destruir la cultura y la persona, destruir la naturaleza indígena de la persona y sólo salvar al ser humano; matar al indígena, salvar al hombre”.

Banks se mantuvo activo políticamente durante toda su vida. El año pasado, participó en las protestas contra la construcción del oleoducto de Dakota Access en la reserva de Standing Rock, en Dakota del Norte. Falleció en la noche del domingo a raíz de complicaciones luego de una cirugía cardíaca. Sus restos descansarán en su comunidad natal de Leech Lake, Minnesota.