Human Rights Watch acusó al ejército birmano de violar de forma masiva a mujeres y niñas como parte de una campaña de depuración étnica contra los musulmanes rohingya. La organización no gubernamental Human Rights Watch entrevistó a 52 mujeres y niñas rohingya que huyeron hacia Bangladesh. Veintinueve de ellas afirmaron que habían sido violadas. Algunas de las víctimas de violación estuvieron de acuerdo con hablar ante las cámaras.
Una joven rohingya, víctima de violación, afirmó: “Tengo una hermana pequeña. Intentamos huir, pero unos soldados nos atraparon. Nos llevaron detrás de mi casa y nos violaron. Me sentí muerta. Y luego perdí el conocimiento”.
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