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La reconocida escritora chilena Isabel Allende nos cuenta sobre su nueva novela Más allá del invierno, que gira en torno a la vida de varios inmigrantes en Estados Unidos. En esta entrevista Allende también comenta cuál es el papel de los escritores y los artistas en la era Trump.
Transcripción
AMY GOODMAN: Así es, hoy tenemos como invitada a Isabel Allende, una gran escritora chilena, una de las novelistas más reconocidas y exitosas de América Latina, que también ha prosperado como novelista en Estados Unidos. Su último libro se titula Más allá del invierno. Escuchemos un pasaje del libro, donde Isabel Allende describe la relación de trabajo que Evelyn Ortega, una joven inmigrante indocumentada de Guatemala, tiene con sus empleadores, la familia Leroy.
JUAN GONZÁLEZ: Dice el libro: “Evelyn no tenía horas fijas de trabajo en la casa: supuestamente trabajaba de nueve a cinco, pero en la práctica pasaba todo el día con el niño que cuidaba e incluso dormía junto a él, para poder atenderlo enseguida si la necesitaba. Dicho de otro modo, su carga laboral era equivalente a tres turnos. Según los cálculos de Richard y Lucia, el pago que recibía era mucho menor del que le correspondía. Para ellos, eso parecía ser trabajo forzado o esclavitud, pero esto no le importaba a Evelyn. Para ella, lo más importante era que tenía un lugar donde vivir y estar a salvo”. Un fragmento de la nueva novela de Isabel Allende, Más allá del invierno. Aquí has reunido a estos personajes, una de Guatemala, una migrante indocumentada de Guatemala; otro viene de Brasil, una familia, aunque es originario de Europa y la otra, Lucía, es de Chile.
ISABEL ALLENDE: Sí, son tres personajes inusuales que se ven atrapados en una situación peligrosa durante una tormenta de nieve en Brooklyn. Así que es una… durante tres días. Es una historia muy minimalista. Pero también he incluido flashbacks a las historias de cada uno de los personajes. Cada uno de ellos tiene traumas del pasado. En el caso de Lucía, por los eventos políticos de su país, Chile, en los años 70. En el caso de Evelyn Ortega, refugiada indocumentada guatemalteca, está escapando de las pandillas y la horrible situación de su país. Guatemala, Honduras y El Salvador son el triángulo del norte, lugares que no son… no están en guerra, pero donde la violencia es mayor, hay más violencia que en cualquier otro lado. La gente está escapando de los narcos, de las pandillas, de la corrupción, de la pobreza, de gobiernos ineficientes. Y ella también escapa para salvar su vida, porque ha sido víctima de las pandillas. Y en el caso de Richard, profesor estadounidense de NYU, tiene una vida perfectamente segura, es vegano, tiene cuatro gatos, parece estar… parece que nada puede sucederle. Él también tiene un pasado oscuro que lo persigue. Y hay una cita al principio del libro, que es de donde sale el título del libro, que dice: “En medio” —es una cita de Albert Camus— “En medio del invierno, aprendí por fin que había en mí un verano invencible”. Y de eso se trata el libro. Y creo que es muy oportuno, porque todas las personas atravesamos inviernos en nuestras vidas, inviernos muy largos a veces. Y debemos recordar que hay en nosotros un verano invencible listo para emerger. Y eso mismo les sucede a las naciones, a los países, al mundo. O sea, yo nací en uno de los inviernos más largos, en medio de la Segunda Guerra Mundial. Y a lo largo de mi vida he visto muchos momentos de gran crisis en los que parecía que nosotros … parecía que el mundo nunca se iba a poder recuperar de lo que estaba sucediendo. Pero se recupera. Yo soy muy optimista. Así que ahora que nos sentimos… Mucha gente en este país siente que estamos en un invierno político, que puede durar cuatro años y si tenemos mala suerte, tal vez ocho. Es necesario recordar que bajo esta superficie está el verano, y que hay fuerzas que lo harán emerger.
JUAN GONZÁLEZ: Hay una escena en la novela que me impresionó particularmente. No queremos develar demasiado de la trama, obviamente, así la gente lo compra y lo lee. Pero la parte en que el coyote que lleva a Evelyn desde Guatemala, atravesando…
ISABEL ALLENDE: El contrabandista, sí.
JUAN GONZÁLEZ: …Mexico, Berto Cabrera, dice… junta a toda la gente a la que está guiando a traves de las froteras y los pone a rezar.
ISABEL ALLENDE: Sí, paran a rezar.
JUAN GONZÁLEZ: Y él dice: “Somos peregrinos de una iglesia sin fronteras”. Esa imagen del coyote congregando a todos para rezar realmente me hizo sonreír.
ISABEL ALLENDE: Bueno, en realidad eso no lo inventé, es algo que vi. Y eso es… en este caso, el coyote estaba un poco vinculado con los evangélicos. Es que hay todo un… Ojalá…
AMY GOODMAN: ¿Cómo fue que lo viste?
ISABEL ALLENDE: Bueno, no lo vi personalmente. Lo vi en un video que alguien había filmado. El coyote había reunido a su grupo y todos estaban rezando. Les está dando instrucciones, porque tienen que cruzar México. Y les dice: “De ahora en adelante, ustedes son todos mexicanos”. Les marca las palabras que no pueden decir. Por ejemplo, el “vos” que se usa en Guatemalteca, no lo deben decir en México; les dice cómo tienen que tratar a la autoridad. Y como Evelyn Ortega es tan… él piensa que es tan tonta que no sabrá hacerse pasar por mexicana, le dice: “Tú serás muda, así que no tienes que hablar. Yo te estoy llevando a una escuela de monjas donde reciben sordos y mudos”. Y bueno, yo no tuve que inventar esas historias, son cosas que pasan realmente. Hay un libro que recomiendo enfáticamente, que debería haberlo leído antes de escribir este libro, pero no sabía que existía. Es un libro de Luís Alberto Urrea, titulado The Devil’s Highway (La autopista del diablo), que cuenta la historia de 14 personas que murieron de sed y calor en el desierto, pero principalmente muestra la infraestructura que sostiene el contrabando de personas, el tráfico de seres humanos, muestra por qué las personas migran, porque nadie quiere dejar lo que le es familiar, a menos que esté en una situación desesperada, y por qué… quiénes son las personas que hacen posible esta migración, la organización criminal que sostiene todo esto.
AMY GOODMAN: Si bien no escribiste este libro en la era de Trump —sabemos que comienzas todos tus libros los 8 de enero— ahora estás recorriendo el país y presentando el libro bajo el gobierno de Trump. Y por supuesto, hace tiempo vives aquí, ¿Cómo ves la situación actual? Pensaba en tu relato sobre el 11 de septiembre en Chile y los cambios que generó en tu país, ¿Ves similitudes con lo que pasa aquí?
ISABEL ALLENDE: No. Veo que las fuerzas fascistas siempre han estado presentes en este país, lo mismo que en mi país. Porque Trump no está inventando nada, está actuando sobre algo que ya estaba ahí. Pinochet no se hubiera mantenido por 17 años sin el apoyo de un tercio de la población, que pensaba que era mucho mejor vivir bajo un gobierno represivo pero sin delincuencia urbana, que tener democracia y libre albedrío, y todas esas cosas que hoy damos por sentado. Cuando llegué a este país hace 30 años, le dije a Willie, que era el hombre que amaba en ese momento, le dije: “Tengo miedo. Este país tiene ese elemento fascista que tanto me asusta, del que vengo escapando”. Y él dijo: “¿Estás loca? Esta es la cuna de la democracia”. y le respondí: “Sí, pero aquí la gente tiene una sensación de ser superiores al resto, sienten que pueden enseñarle a los pueblos del mundo cómo vivir, cómo gobernarse a sí mismos. La mitad de la población está armada. Tienen metida la idea de la supremacía blanca y una fascinación latente por la violencia”. No queremos violencia en nuestras vidas, pero nos fascina la violencia en el fútbol, en la guerra, en los videojuegos, en las películas. Queremos vivirla indirectamente. Después, cuando sucede algo como el tiroteo en la iglesia hace unos días, ahí nos horrorizamos. Pero criamos a nuestros hijos en ese clima.
AMY GOODMAN: Vamos a seguir con la entrevista fuera del aire y la publicaremos en nuestro sitio democracynow.org. La gran escritora Isabel Allende acaba de publicar un nuevo libro, titulado Más allá del invierno. ¡Feliz cumpleaños a John Hamilton!
Traducido por Mónica Espitia, Noa Radosh y Verónica Gelman. Editado por Verónica Gelman.