Mientras analiza los Paradise Papers, el periódico Guardian informa que siete grandes donantes republicanos mencionados en esos documentos guardaban parte de sus fortunas en paraísos fiscales, lejos del control público y de las autoridades fiscales. Juntos, los multimillonarios inyectaron más de $350 millones de dólares en la elección del año 2016. Algunos son conocidos simpatizantes de causas conservadoras, como el magnate de los casinos Sheldon Adelson y Charles y David Koch. Otra investigación se centra en James Simons, donante del Partido Demócrata, que gastó $11 millones de dólares para respaldar la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016. Simons es fundador de la empresa Renaissance Technologies, el fondo de inversiones más rentable del mundo. Los registros filtrados muestran que Simons guardó gran parte de su fortuna de $8 mil millones de dólares en un fondo de riquezas privado en Bermudas, con el fin de evitar impuestos “particularmente severos” que se generarían si tratara de llevarlos a su país.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Jon Swaine, periodista de Guardian.