La ciudad más grande de Brasil, São Paulo, se paralizó el jueves cuando los trabajadores del transporte, maestros y otros trabajadores del sector público organizaron una huelga general de 24 horas para protestar contra las reformas de las pensiones propuestas por el presidente brasileño, Michel Temer, así como contra la corrupción generalizada y la impunidad de los políticos. El fiscal general de Brasil actualmente procura investigar a 83 legisladores por denuncias de corrupción. Esta es una de las manifestantes.
Palmira Domingues expresó: “Me enfurece ver el país en ruinas por los robos [de los políticos]. Ahora tenemos que arreglar las cosas por estos robos que han hecho, los privilegios que siempre han tenido, las pensiones que tienen para sus hijos. Y ahora tenemos que pagar por esto. No voy a pagar esa factura, voy a pagar mi factura”.