El miércoles, el Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó que el fiscal general, Jeff Sessions, se reunió dos veces el año pasado con el embajador de Rusia en Estados Unidos, lo que contradice el testimonio bajo juramento de Sessions ante el Congreso. La divulgación de esta información renovó los pedidos para que un fiscal especial investigue los vínculos entre la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobierno de Rusia y motivó que varios legisladores demócratas exigieran la renuncia de Sessions. En enero, durante su audiencia de confirmación para ocupar el cargo de fiscal general, el senador de Minnesota Al Franken le preguntó al entonces senador Sessions si estaba al tanto de la existencia de comunicaciones entre los funcionarios de la campaña de Trump y el gobierno de Rusia.
Senador Al Franken: “Si surge alguna prueba de que alguien relacionado con la campaña de Trump se comunicó con el gobierno ruso durante la campaña, ¿qué hará usted?”
Senador Jeff Sessions: “Senador Franken, no tengo conocimiento de ninguna de estas actividades. Fui designado como representante de Trump una o dos veces durante la campaña y no mantuve comunicaciones con los rusos”.
El periódico The Washington Post informó el miércoles que Sessions se reunió dos veces con el embajador ruso Sergey Kislyak: en julio, durante la Convención Nacional Republicana, y en septiembre, en la oficina de Sessions en el Capitolio. Por su parte, The Wall Street Journal informó que investigadores federales están analizando los contactos de Sessions con los funcionarios rusos. La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, acusó a Sessions de “posible perjurio” y dijo en una declaración: “Sessions no es apto para ocupar el principal cargo de orden público de nuestro país y debe renunciar”. El congresista de Maryland Elijah Cummings, miembro de alto rango del Comité de Supervisión de la Cámara, se sumó a este pedido. Muchos demócratas que ocupan altos cargos exigen que un fiscal especial investigue los vínculos entre los principales funcionarios de Trump y el gobierno ruso. Al menos un senador republicano dijo el miércoles que está abierto a esa idea. Estas son las palabras de Lindsey Graham, de Carolina del Sur, en una entrevista con la cadena de noticias CNN.
El senador Lindsey Graham afirmó: “Para mí es claro que Jeff Sessions, que es mi gran amigo, no puede tomar esta decisión en relación a Trump. Puede no haber nada allí, pero si hay algo que el FBI considera de naturaleza criminal, entonces ciertamente se necesita un fiscal especial”.
The Washington Post les preguntó a miembros del Comité de Servicios Armados del Senado si tuvieron contacto con el embajador de Rusia durante el proceso electoral que se llevó a cabo en noviembre. Veinte de los 26 miembros del comité que respondieron dijeron que no. En una declaración, el fiscal general Sessions afirmó: “Nunca me reuní con ningún funcionario ruso para hablar de temas relacionados con la campaña. No tengo idea de qué se trata esta acusación. Es falsa”.