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El jueves en la provincia de Alepo, un avión no tripulado modelo “Reaper” atacó una reunión que se llevaba a cabo en un pueblo controlado por grupos rebeldes, matando a unas 49 personas. Según los observatorios de conflictos, la mayoría de los muertos eran civiles que estaban rezando en una mezquita, mientras que el Pentágono alega que se trataba de una reunión de miembros de al-Qaeda. Al día siguiente, 42 refugiados somalíes fueron asesinados a tiros desde un helicóptero de combate cerca de la costa de Yemen. Somalía acusa a Arabia Saudita por el ataque. Los relatos de testigos presenciales sugieren que el mortal ataque podría haber sido realizado con un helicóptero Apache de fabricación estadounidense.
Para conocer más sobre el tema, vea nuestra entrevista con Samuel Oakford, periodista de investigación del proyecto de comunicación Airwars, que señala que la cantidad de civiles asesinados en ataques aéreos estadounidenses está en aumento desde que Donald Trump asumió el gobierno de Estados Unidos hace dos meses.
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