Los trabajadores de una planta de la empresa Carrier en Indianápolis, Indiana, se preparan para una ronda masiva de despidos anunciada para el mes próximo, a pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había afirmado que había salvado los empleos de la planta. Alrededor de 600 trabajadores serán despedidos el mes próximo. Trump también había anunciado una inversión de 16 millones de dólares en la planta, supuestamente para salvar los empleos. Sin embargo, la empresa matriz de Carrier afirma que ese dinero se invertirá en automatizar la fábrica, lo que disminuirá el número de empleos en la planta.
Mientras tanto, la empresa del sector automotor Ford anunció que trasladará parte de su producción a China. La noticia surge después de que Trump intentara atribuirse el mérito de la decisión de Ford, hace unos meses, de cancelar sus planes de construir una fábrica en México. Trump había tuiteado: “Gran anuncio de Ford hoy. Realizarán gran inversión en tres plantas en Michigan. Las empresas de automóviles están volviendo a Estados Unidos. ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS!”. De hecho, Ford decidió tercerizar los empleos a China.