¿Está el gobierno de Trump intentando borrar la historia? El viernes, funcionarios del Congreso estadounidense confirmaron que el poder ejecutivo ha comenzado a devolver al Congreso copias del explosivo informe del Senado de 2014 sobre la tortura ejercida por la CIA. El cuestionamiento a esta medida viene de la preocupación por que las copias de este informe clasificado puedan terminar enterradas en las bóvedas del Senado o incluso ser destruidas. Y que, junto con ellas, se entierren los aprendizajes de uno de los capítulos más oscuros de la historia estadounidense. Durante el gobierno de Obama, este histórico informe de 6.770 páginas, producto de una investigación realizada desde el Senado, fue enviado a organismos federales con la expectativa de que en algún momento llegara a hacerse público. Ahora las copias del informe serán devueltas a un Senado controlado por el partido Republicano. Para los documentos que se guardan en el Congreso no rigen las leyes que exigen que los documentos gubernamentales se hagan públicos. Desde el partido Demócrata se ha manifestado la preocupación de que el gobierno de Trump pueda querer borrar las copias electrónicas y destruir las copias impresas del informe.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación sobre el tema con Shayana Kadidal, abogado y directivo del Centro para los Derechos Constitucionales (CCR, por su sigla en inglés). El CCR está representando a dos hombres que fueron prisioneros de la CIA y cuyos nombres aparecen en el resumen ejecutivo del informe del Senado sobre tortura, publicado en el año 2014. Ellos son Majid Khan y Guled Hassan Duran y se encuentran detenidos actualmente en Guantánamo.