Titulares17 de agosto de 2017

En Charlottesville, Virginia, los dolientes se congregaron el miércoles en un servicio conmemorativo dedicado a Heather Heyer, quien fue asesinada el sábado cuando un simpatizante nazi de 20 años de edad llamado James Alex Fields arremetió con su vehículo contra una multitud de manifestantes antifascistas. Heyer había sido una activista antirracista por largo tiempo y en varias ocasiones había defendido los derechos civiles en las redes sociales.

La madre de Hether Heyer, Susan Bro, expresó: “Recuerden en su corazón: si no están indignados, no están prestando atención. Quiero que presten atención y encuentren lo que está mal. No lo ignoren. No desvíen la mirada. Se puede observar y reflexionar, ‘¿Qué puedo hacer para lograr una diferencia?’. Y así es como van a hacer que la muerte de mi hija no haya sido en vano. Preferiría tener a mi hija, pero si tengo que renunciar a ella, vamos a hacer que no sea en vano”.

El funeral se produjo después de que el organizador antirracista de Charlottesville, Tyler Magill, sufriera un accidente cerebrovascular el martes. Según sus amistades, esto se produjo a raíz de las lesiones que sufrió cuando un manifestante neonazi lo golpeó con una antorcha en llamas el viernes pasado. Los médicos afirman que el accidente cerebrovascular probablemente se debió a un traumatismo causado por un golpe fuerte en el cuello.

Por otra parte, dos mujeres que resultaron heridas a raíz del ataque terrorista que causó la muerte de Heather Heyer presentaron una demanda contra James Alex Fields, el conductor del vehículo, y contra los organizadores de la supremacía blanca responsables del evento “Unite the Right” (Unir a la derecha, en español). Estas mujeres se encontraban entre las 19 personas heridas en el ataque y procuran obtener casi tres millones y medio de dólares en compensación por los daños.

El miércoles por la noche, cientos de personas se congregaron para pedir paz en una vigilia a la luz de las velas en el campus de la Universidad de Virginia. Luego marcharon por la misma ruta utilizada por los cientos de neonazis y nacionalistas blancos durante la marcha con antorchas del pasado viernes. En Filadelfia, miles de manifestantes marcharon en contra de la violencia que se desató el fin de semana pasado en un acto político llamado “Filadelfia es Charlottesville”. Y en Berlín, Alemania, un grupo de cientos de personas acudió a la Puerta de Brandeburgo para protestar contra los grupos neonazis.

Jason, uno de los manifestantes, declaró: “Estoy aquí porque estoy en contra de los nazis. Mi abuelo luchó contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y creo que es una desgracia que Donald Trump no esté en contra de los nazis”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue quedando cada vez más aislado el miércoles por culpar en varias ocasiones a “ambos lados” por la violencia que se desató el fin de semana pasado en Charlottesville, mientras que legisladores, generales y destacados republicanos diferenciaban sus posturas de la de Trump al condenar a los nacionalistas blancos y neonazis. En un comunicado, los ex presidentes George H.W. y George W. Bush afirmaron: “Estados Unidos siempre debe rechazar la intolerancia racial, el antisemitismo y el odio en todas sus formas”.

La declaración de los dos ex presidentes se produjo cuando el presidente Donald Trump disolvió un par de consejos asesores el miércoles, al tiempo que más directores ejecutivos abandonaban los consejos en protesta por la omisión de Trump al no condenar totalmente a los nacionalistas blancos. Tras la renuncia más reciente, ocurrida el miércoles, de los líderes corporativos de 3M y Campbell Soup Company, Trump tuiteó: “En lugar de presionar a los empresarios del Consejo Manufacturero y del Foro de Estrategia y Política, voy a ponerles fin a ambos. ¡Gracias a todos!”. Según informes, Trump en ese momento ya estaba al tanto de que todos los líderes corporativos iban a renunciar a los consejos.

Varios líderes militares estadounidenses también condenaron a los grupos de supremacía blanca el miércoles; entre ellos, importantes generales de la Fuerza Aérea, el Ejército, la Armada, la Marina, la Guardia Nacional y los jefes del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, quienes emitieron declaraciones contra el odio racial. Las condenas surgieron al trascender que Dillon Ulysses Hopper, el líder del grupo de odio neonazi “Vanguard America”, que organizó la marcha de las antorchas en Charlottesville, había sido reclutador del Cuerpo de Infantes de la Marina. El jefe del Departamento de Asuntos de Veteranos, David Shulkin, también se pronunció al respecto el miércoles.

David Shulkin enunció: “Me estoy expresando y estoy dando mi opinión personal como estadounidense y como judío estadounidense. Y para mí en particular, creo que al aprender historia sabemos que quedarse en silencio sobre estos temas simplemente no es aceptable… no voy a tolerar en modo alguno el comportamiento o las creencias de los nazis o de los supremacistas blancos. Esto es una afrenta a los ideales estadounidenses, esto es una afrenta a la civilización”.

Las reacciones ante el manejo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo de los episodios de violencia que tuvieron lugar en Charlottesville llegaron entre revelaciones de que el gobierno de Trump recientemente recortó los fondos destinados a organizaciones dedicadas a combatir la violencia de derecha. El grupo Life After Hate, que trabaja para ayudar a nacionalistas blancos y neonazis a desprenderse del odio y del extremismo violento, tenía programado recibir una subvención bajo el programa de lucha contra el extremismo violento del Departamento de Seguridad Nacional, aprobado por el gobierno del ex presidente Barack Obama. Cuando la asesora política de este departamento, Katharine Gorka, publicó la lista final de concesionarios en junio, Life After Hate había sido eliminado de ella. Gorka es la esposa de un alto consejero de Trump, Sebastian Gorka, quien ha estado vinculado a un grupo húngaro de extrema derecha, aliado de los nazis. Visite democracynow.org/es para ver una entrevista con el fundador del grupo, Christian Picciolini.

Por otra parte, los líderes de cuatro bloques del Congreso estadounidense le han exigido a la Casa Blanca que despida a los asesores principales Sebastian Gorka, Steve Bannon y Stephen Miller por su ideología de adhesión al supremacismo blanco. En una carta dirigida al presidente Donald Trump, los congresistas de los bloques Asiático-Estadounidense, Hispano, Progresista y Afroestadounidense escribieron: “Nos preocupa profundamente que su continua influencia en la política estadounidense aliente y apruebe de forma tácita el extremismo ideológico que conduce a los supremacistas blancos a propagar la violencia y el odio”.

Esta carta llegó al tiempo que Steve Bannon, estratega jefe del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le concedió una entrevista extraordinaria a Robert Kuttner, de la revista liberal The American Prospect. En un artículo titulado “Steve Bannon, sin arrepentimiento”, el ex editor de Breitbart News declaró que “no hay solución militar” a la crisis nuclear de Corea del Norte, y dijo que Estados Unidos debería entablar una “guerra económica” con China. Bannon dijo que estaba intentando neutralizar rivales en los Departamentos de Defensa, Estado y Tesoro, y criticó a los supremacistas blancos responsables de la violencia del pasado fin de semana en Charlottesville, a los que calificó de “etnonacionalistas” y de “un grupo de payasos”. Bannon es el ex editor de Breitbart News, un sitio web que ha sido descrito como un refugio en Internet para los nacionalistas blancos. No está claro si Bannon sabía que sus comentarios se estaban registrando. El portal de noticias Axios informó que un funcionario anónimo de la Casa Blanca dijo que los comentarios de Bannon lo enfurecieron, y declaró: “Voy a decirlo en términos que él pueda entender: esto es malo en un nivel DEFCON-1”, en referencia al máximo nivel de alerta militar de seguridad del país.

La ciudad de Greensboro, Carolina del Norte, pidió disculpas por su responsabilidad en los incidentes de 1979 en los que miembros estadounidenses del Ku Klux Klan y nazis abrieron fuego contra manifestantes antifascistas, circunstancia en la que fallecieron cinco personas y diez resultaron heridas. Con siete votos a favor y uno en contra, el Consejo de la Ciudad de Greensboro reconoció el martes que no había oficiales de policía presentes para proteger a los manifestantes de la violencia ejercida por los nacionalistas blancos. Todos los asesinos fueron absueltos posteriormente en juicios penales estatales y federales, aunque un tribunal civil concluyó que algunos de los miembros del Ku Klux Klan eran responsables por las muertes.

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se sumó a las voces que condenaron la violencia del miércoles en Charlottesville y se expresó en rechazo del “racismo, la intolerancia, el odio y la violencia”. La declaración de Sessions se produjo a pesar de los comentarios racistas que hizo a lo largo de su carrera, incluso supuestamente haber dicho que consideraba que el Ku Klux Klan “estaba bien hasta que descubrí que [sus miembros] fumaban marihuana”. Mientras tanto, Sessions reiteró las amenazas de retener las subvenciones del Departamento de Justicia a las llamadas “ciudades refugio” en las que los oficiales de policía se nieguen a actuar como agentes de facto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.

El fiscal general, Jeff Sessions, expresó: “Estos policías [de las ciudades refugio] perjudican mucho más al país de lo que se dan cuenta. En el fondo, es un rechazo a nuestras leyes migratorias y una declaración de apertura de las fronteras”.

En Siria, el grupo de monitoreo periodístico Airwars informa que al menos 29 civiles murieron y muchísimos más resultaron heridos tras los ataques aéreos liderados por Estados Unidos el martes y miércoles en la ciudad de Raqqa. Entre los fallecidos había tres niños, Marwa, Mariam y Ahmad Mazen Shehab, que murieron junto a su madre. Las muertes más recientes de civiles se producen a la vez que los pobladores desplazados que habitan un campamento al norte de Raqqa afirman que las temperaturas extremas del verano y la falta de recursos hacen que la vida sea insoportable. Estas son las palabras de Yousef Faddawi, que huyó de Raqqa con su familia.

Yousef Faddawi expresó: “Recibimos paquetes de ayuda una vez al mes y el 90 % de la gente vende los paquetes para sobrevivir. La atención médica es muy mala. Si una serpiente o un escorpión muerden a alguien, tiene que ir hasta Kobani o Tel Abyad, y es posible que incluso muera en el camino. No hay asistencia de emergencia aquí”.

En la Franja de Gaza, un ataque suicida con bomba en el cruce de la frontera con Egipto provocó la muerte de un miembro de Hamas e hirió a otras personas el miércoles. Las autoridades palestinas afirman que el atacante era integrante del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) y que sería la primera vez que atacantes suicidas apuntan a Hamas dentro del territorio controlado por los israelíes. El hecho de violencia se produjo mientras los habitantes de Gaza continúan sufriendo la escasez extrema de electricidad provocada por los recortes israelíes con el apoyo del partido rival de Hamas, Al Fatah, en Cisjordania. Estas son las palabras de Muna Abu Nemr, una habitante de Khan Younis.

Muna Abu Nemr dijo: “No hay electricidad. Apenas tenemos electricidad por dos horas, que nos da justo para poder cargar nuestros celulares. No hay electricidad. Esta no es forma de vivir. Antes teníamos electricidad durante ocho horas, ahora son solo dos horas. ¿Qué podemos hacer en dos horas? No podemos hacer mucho”.

El mes pasado, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que el bloqueo y los recortes de electricidad provocados por los israelíes han hecho de Gaza un territorio “inhabitable” para sus más de dos millones de habitantes.

En Washington, DC, los representantes de comercio de Estados Unidos, Canadá y México dieron inicio el miércoles a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El gobierno de Donald Trump está presionando a Canadá y a México para que cedan en varios asuntos ya que afirma que el tratado está sesgado en contra de Estados Unidos. Mientras tanto, miles de activistas indígenas, trabajadores y campesinos marcharon en la Ciudad de México el miércoles para exigir el fin del tratado. Estas son las palabras del representante campesino mexicano José Narro Céspedes.

José Narro Céspedes afirmó: “Hasta ahora, los efectos del tratado han sido negativos para los pueblos indígenas y las comunidades rurales del país, sobre todo para el sector dedicado a la pequeña agricultura”.

Luego de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994, aproximadamente dos millones de agricultores se marcharon de las áreas rurales de México hacia las ciudades, ya que el maíz de Estados Unidos y otros cultivos básicos inundaron el mercado mexicano.

En Filipinas, la policía asesinó a 26 personas en medio de operativos vinculados con el narcotráfico realizados durante la noche en la capital, Manila, en lo que las organizaciones de defensa de los derechos humanos consideran la semana más sangrienta de la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Rodrigo Duterte. Estas muertes se producen luego de que otras 32 personas fallecieran la noche anterior en operativos efectuados por la policía en la provincia de Bulacan. Las autoridades insisten en que los fallecidos murieron en enfrentamientos a tiros con la policía, pero las organizaciones de derechos humanos afirman que la mayoría de ellos fueron ejecutados. Vigilantes parapoliciales y miembros de las fuerzas de seguridad filipinas han asesinado a más de 7.000 personas sospechosas de ser usuarios o vendedores de drogas desde que el año pasado Duterte dio inicio a la llamada campaña contra el narcotráfico.

Y en noticias del mundo de los deportes, la estrella de los Seahawks de Seattle, Michael Bennet, se sentó en la banca durante la ejecución del himno nacional el domingo, antes de un partido de pretemporada contra Los Ángeles Chargers. Bennet afirmó que la violencia neonazi del fin de semana en Charlottesville, Virginia, lo inspiró a posicionarse en contra.

Michael Bennett dijo: “Simplemente quiero aprovechar mi espacio para continuar denunciando las injusticias. En primer lugar, quiero asegurarme de que la gente entienda que amo al ejército. Mi padre estuvo en el ejército. Me encantan las salchichas como a todo estadounidense. Me encanta el fútbol como a todo estadounidense. Pero no me gusta la segregación. No me gustan los disturbios. No me gusta la opresión. No me gustan los insultos en función del género de las personas. Quiero que la gente tenga la igualdad que se merece”.

Haga clic aquí para ver la entrevista completa con la estrella de la NFL.

Mientras tanto, la estrella de la NBA LeBron James criticó duramente al presidente Donald Trump el martes durante un evento de beneficencia, cuando se refirió a Trump como “el supuesto presidente de Estados Unidos” durante un discurso en el que aludió a la sanación necesaria luego de la violencia del fin de semana en Charlottesville.