El huracán Harvey está poniendo en peligro la seguridad de la población inmigrante de Texas, que tiene miedo de evacuar los refugios o pedir ayuda a las autoridades por una nueva ley que entraría en vigor el viernes, que permite que la policía de Texas pregunte la condición migratoria de cualquier persona detenida. Ante la inminencia de la tormenta, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos había anunciado que los puestos camineros de control migratorio que tiene en el estado permanecerían abiertos. Más tarde, el organismo modificó el anuncio, comunicando que “no se llevarían a cabo operaciones migratorias de rutina en zonas de evacuación o centros de asistencia a personas afectadas por la inundación, como refugios o centros de provisión de alimentos”. El viernes, las autoridades de Migración dejaron varadas a más de 50 mujeres, niños y niñas inmigrantes en una estación de autobuses de San Antonio cuando el servicio de transportes fue cancelado por el huracán Harvey.
Para ampliar esta información, vea nuestra conversación (en inglés) con Rocío Guenther, periodista del medio comunitario The Rivard Report, de San Antonio. Ella dio a conocer lo sucedido con el Servicio de Inmigración en un informe titulado “Stranded Immigrants Find Shelter from Hurricane Harvey” (Inmigrantes varadas encuentran refugio del huracán Harvey). También hablamos con Amy Fischer, directora política de la organización sin fines de lucro de Texas RAICES, dedicada a la defensa legal, que colaboró con el rescate de los y las refugiadas.