En más noticias de Estados Unidos, mientras el huracán Harvey azotaba Texas, el presidente Donald Trump indultaba al tristemente célebre sheriff racista de Arizona Joe Arpaio, quien fue condenado por desacato tras desobedecer una orden judicial que le exigía que ordenara a sus subalternos que dejaran de aplicar perfiles raciales para detener personas bajo la sospecha de que fueran indocumentadas. Arpaio es un firme partidario de Trump y sus políticas han incluido la detención de inmigrantes en una cárcel compuesta por carpas en condiciones de calor sofocante, a la que Arpaio se refirió en una ocasión como su propio “campo de concentración”. Tras largos años de ocupar el cargo de sheriff del condado de Maricopa, lo perdió en las elecciones del pasado año después de que los inmigrantes organizaran una masiva campaña de base en su contra. Los activistas a favor de los derechos de los inmigrantes han condenado ampliamente el indulto y afirman que esta medida de Trump aprueba la discriminación ilegal contra los inmigrantes. Esta es Francisca Porchas, del grupo Puente Arizona, hablando en Democracy Now! el pasado 23 de agosto.
Francisca Porchas enunció: “Para nosotros es un golpe para todos los años de organización que nos llevó hacerle rendir cuentas [a Arpaio]. La demanda que se presentó debido a su uso de perfiles raciales en las calles. Quienes deben ser indultadas son las personas a las que criminalizó, las personas que ahora no van a poder salir de las sombras, como se podría decir, ni tener la oportunidad real de vivir una vida normal”.