Equipos de fútbol americano de todo Estados Unidos se unieron en la mayor acción de resistencia del mundo deportivo en años. La protesta se produjo en respuesta a los ataques del presidente Donald Trump a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), la Asociación Nacional de Básquetbol (NBA) y algunos de sus deportistas más populares, por haberse atrevido a llamar la atención sobre el racismo y la violencia policial. Analizamos el lugar sin precedentes que está tomando el activismo político en el ámbito deportivo con el gobierno de Trump y la política de hacer sonar el himno nacional estadounidense en los partidos.
Para profundizar en el tema, vea (en inglés) nuestra conversación con el Dr. Harry Edwards, profesor emérito de Sociología en la Universidad de Califorina, Berkeley, y autor de varios libros, entre ellos “The Revolt of the Black Athlete” (La rebelión del atleta negro), del que este año se hará una edición especial de 50º aniversario. Edwards diseñó el Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos y es asesor hace muchos años del equipo San Francisco 49ers. También nos acompaña Dave Zirin, editor deportivo de la revista The Nation, que señala que la tradición de entonar el himno nacional de Estados Unidos antes de los partidos se remonta a los días de “Jersey Shore” y Justin Bieber.