En Yemen, decenas de miles de personas se movilizaron el jueves en las calles de Taiz, la segunda ciudad más grande de ese país, manifestándose en contra del colapso de la economía de Yemen en medio de una campaña de bombardeos liderada por Arabia Saudí y respaldada por Estados Unidos. Tres cuartas partes de los yemeníes, cerca de 22 millones de personas, dependen de la asistencia internacional, y se estima que 8,4 millones de personas se encuentran al borde de la inanición. Estas son palabras del manifestante Shehab Mohamed.
Shehab Mohamed declaró: “Nos morimos de hambre y nuestros hijos se están muriendo. Las ciudades están bajo asedio y hay desempleo. Queremos decirle al régimen y a la coalición liderada por Arabia Saudí que cuando el hambre es el motor que mueve a las personas, las discusiones, las negociaciones y los tratados colapsan, y la única solución es suministrar pan de inmediato”.
La manifestación del jueves se produjo al tiempo que el jefe de un equipo de investigadores de Naciones Unidas acusó a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes Unidos de interferir en su investigación. Kamel Jendoubi señala que todas las partes involucradas en el conflicto de Yemen han cometido abusos contra los derechos humanos, responsabilizando por crímenes de guerra a la coalición liderada por Arabia Saudí y respaldada por Estados Unidos, que incluyen detenciones arbitrarias generalizadas, violaciones, torturas y el reclutamiento de niños desde los ocho años de edad. En agosto, el senador republicano de Alabama, Richard Shelby, bloqueó una enmienda del demócrata de Connecticut Chris Murphy que habría interrumpido el apoyo de los contribuyentes estadounidenses a la guerra liderada por los saudíes en Yemen.