La lucha de los activistas indígenas que bloquean la construcción del oleoducto CoastalGas Link, en la provincia canadiense de la Columbia Británica, atrajo defensores tanto de Estados Unidos como de Canadá. El viernes, en la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, Estados Unidos, unos 60 manifestantes colocaron un oleoducto de 15 metros de longitud a través del lobby de la sede ejecutiva de la financiera JPMorgan Chase en la región del Noroeste del Pacífico estadounidense y crearon una imitación de derrame de petróleo en protesta porque el banco financia a TransCanada y a otras compañías de oleoductos. Las siguientes son las palabras de Rachel Heaton, una integrante de la tribu Muckleshoot que se unió a la protesta.
Rachel Heaton expresó: “Esto es acerca de nuestras futuras generaciones. Y es por eso que tengo a mi hijo de cinco meses y medio aquí. Es porque, en última instancia, las decisiones que toman estos bancos, las que estamos tomando, tienen que ver con su futuro. Y la posibilidad de que no tengan aire limpio para respirar o agua limpia es una cosa horrible en la que pensar, pero el hecho es que simplemente a algunas personas no les molesta… Y por eso, tenemos que venir y hablar de esto. Realmente, esta lucha no se trata solo de atacar el problema de los oleoductos, sino que también se trata de lo que estamos haciendo para nuestras generaciones futuras”.