El miércoles, el gobierno de Japón confirmó su retiro de la Comisión Ballenera Internacional y su intención de reanudar la caza comercial de ballenas. La medida finaliza un programa que permitió a los barcos japoneses cazar y matar ballenas de manera limitada con el pretexto de realizar “investigaciones científicas”. Estas son palabras del secretario del gabinete de Japón, quien anunció el miércoles el retiro.
Yoshihide Suga sostuvo: “La política básica de Japón de promover el uso sostenible de los recursos de vida acuáticos basándose en evidencia científica no ha cambiado, y bajo esa política hemos decidido reanudar la caza comercial de ballenas”.
En una declaración, la organización ambientalista Greenpeace condenó la medida y solicitó a Japón que vuelva a comprometerse con la Comisión Ballenera Internacional. No obstante, el grupo de acción directa contra la caza de ballenas Sea Shepherd calificó la retirada como una victoria que acabará con la caza japonesa de ballenas en la Antártida, al tiempo que calificó a Japón como una nación ballenera “pirata”. Sea Shepherd prometió que sus barcos seguirían enfrentándose a los barcos balleneros japoneses en alta mar.