Mientras tanto, Alabama postergó la ejecución del prisionero condenado a muerte Doyle Lee Hamm, luego de que el personal médico decidiera que no podía encontrar una vena por la que resultara viable inyectarle las drogas letales. La postergación se produjo luego de que la Corte Suprema estadounidense rechazara el alegato de Hamm de que sus venas estaban comprometidas debido al cáncer y al consumo de drogas en el pasado, lo que haría que la ejecución por inyección letal fuera un procedimiento inconstitucionalmente cruel.
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