En Luisiana, una serie de documentos recientemente publicados revelan que una agencia de inteligencia del estado de Luisiana espiaba regularmente a los activistas contrarios a la construcción del oleoducto, que transportaría casi medio millón de barriles de petróleo por día a través de los humedales de Luisiana. Los documentos demuestran que la Oficina del Departamento de Seguridad Nacional y Preparación para Emergencias del gobernador de Luisiana, redactaba regularmente memorándums de inteligencia sobre esos activistas. Uno de esos informes fue sobre una reunión de protectores del agua encabezada por indígenas que montaron un campamento de protesta a lo largo de la ruta del oleoducto. Otros documentos recientemente publicados muestran una estrecha coordinación entre los reguladores de Luisiana y la empresa que construye el oleoducto, Energy Transfer Partners. Esto se produce apenas una semana después de que un juez de distrito estadounidense de la localidad de Baton Rouge emitiera una orden judicial para la interrupción temporaria de la construcción del oleoducto Bayou Bridge, con el objeto de “evitar mayores daños irreparables” al delicado ecosistema de la región, mientras se desarrollan los procesos en el tribunal.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Harry Joseph, Pamela Spees y Anne Rolfes. Joseph es pastor de la iglesia bautista Mount Triumph. Spees trabaja para el Centro para los Derechos Constitucionales y Rolfes es directora fundadora de la organización Louisiana Bucket Brigade.