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De acuerdo a un informe del sitio Rewire.News, los hospitales católicos de todo Estados Unidos están imponiendo mandatos peligrosos que implican riesgos de vida a sus pacientes. Una de esas prácticas es enterrar del feto tras la pérdida de un embarazo y restringir el acceso a métodos anticonceptivos, el aborto, los tratamientos de fertilidad y la atención que afirma el género para paciente transgénero. Y ahora, los políticos de la derecha, como el vicepresidente Mike Pence, están tratando de consagrar estas prácticas peligrosas en una ley.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos a la periodista de investigación de Rewire Amy Littlefield.
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