Los funcionarios oficiales afirman que 711 menores permanecen separados de sus padres, a pesar del plazo impuesto por la justicia para que todos los menores migrantes separados de sus padres por los funcionarios de inmigración en la frontera fueran restituidos para el jueves. Más de 400 personas fueron deportadas a sus países de origen mientras que sus hijos permanecen en custodia de EE.UU. en centros de detención ubicados en distintos puntos del país. Para saber más de la política de separación de familias implementada por el Gobierno de Trump y las raíces de la actual crisis de refugiados hablamos con Noam Chomsky, disidente político, lingüista, escritor y profesor reconocido mundialmente.
Transcripción
AMY GOODMAN: Estos son algunos de los titulares de hoy. Esto es Democracy Now! democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.
AMY GOODMAN: Funcionarios federales han anunciado que 711 menores aún permanecen separados de sus padres, a pesar de que el jueves se cumplió la fecha límite impuesta por el tribunal para que el Gobierno de Trump reuniera con sus padres a todos los menores migrantes separados por oficiales de inmigración en la frontera. Los padres de más de 400 de esos menores ya han sido deportados de Estados Unidos. El jueves, hablé con el disidente político, escritor y lingüista de fama mundial Noam Chomsky. Chomsky es también un premiado profesor en el Departamento de Lingüística de la Universidad de Arizona, y profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde ha enseñado durante más de 50 años. Sus publicaciones más recientes incluyen “Pocos prósperos, muchos descontentos” y “Réquiem por el sueño americano, los 10 principios de la riqueza y el poder”. Se encuentra con nosotros desde Tucson, Arizona. Comencé por preguntarle a Noam Chomsky sobre la política de separación de familias del Gobierno de Trump.
NOAM CHOMSKY: Es un gran escándalo, por supuesto, debidamente condenado en todo el mundo. Separar a los menores de sus padres, enviarlos a cualquier lado, perdiéndoles el rastro. Es difícil creer que exista una política más brutal y sádica. Aquí en Tucson, hay bastante activismo enfocado en la comunidad inmigrante. Hay grupos que instalan campamentos en el desierto para intentar ayudar a las personas que huyen. Y por supuesto, es un tema candente. Tucson no está muy lejos de la frontera. De hecho, cuando doy charlas aquí, a menudo me refiero al área como “México ocupado” que en realidad, es una buena denominación. Pero la política de inmigración, en conjunto, es un grotesco escándalo moral, tanto aquí y como en Europa.
AMY GOODMAN: Quiero que veamos una parte del discurso del presidente Trump hablando a principios de este mes.
PRESIDENTE DONALD TRUMP: Tengo una solución: Díganle a la gente que no venga ilegalmente a nuestro país. Esa es la solución. No vengan a nuestro país ilegalmente. Vengan como lo hacen otras personas. Vengan legalmente.
AMY GOODMAN: Ese era el presidente Trump. Estuvimos en la frontera recientemente, en Brownsville, recorriendo el puente hacia Matamoros, México. Vimos a una madre guatemalteca con su hijo, a un padre guatemalteco con su hijo. La madre guatemalteca llevaba varios días en el puerto legal de entrada, en dos puentes diferentes, y le dijeron que Estados Unidos estaba lleno, esto se lo dijo un funcionario del gobierno de Estados Unidos. La pregunta es, ¿quién está en la legalidad? ¿Quién está en la ilegalidad? ¿Qué pasa con lo que Estados Unidos le hace a los países de donde estos migrantes están huyendo desesperadamente, como Guatemala, Honduras y El Salvador? ¿Puede hablarnos sobre la historia de intervenciones de Estados Unidos en estos países y sobre lo que está diciendo el presidente Trump sobre “inmigrar legalmente”?
NOAM CHOMSKY: En realidad, estas personas están huyendo del desastre y los horrores de las políticas de EE.UU. Analicemos el caso de Guatemala. No es necesario repasar toda la historia, pero en 1954 Estados Unidos intervino y patrocinó un golpe de Estado militar que derrocó a un gobierno democráticamente electo medianamente reformista. Desde entonces, la de Guatemala ha sido una historia de horror: Cientos de miles de personas muertas, todo tipo de atrocidades, toda clase de torturas imaginables. La situación alcanzó su punto máximo en la década de 1980, bajo el gobierno de Reagan. De hecho, algunos de los lugares desde donde las personas están huyendo, como por ejemplo las áreas mayas, sufrieron un autentico genocidio llevado a cabo por un hombre al que Reagan calificó como una figura estelar de la democracia, un tipo realmente bueno. Cuando el Congreso impuso algunos límites a la ayuda militar de EE.UU. a [Efraín] Ríos Montt, el general que estaba llevando a cabo los ataques genocidas, Reagan creó una red terrorista internacional. Estados Unidos no contrata terroristas, contrata a Estados terroristas, lo que es mucho más efectivo. Taiwán, Israel, Argentina… siempre y cuando fuera bajo el gobierno de generales neonazis. Desafortunadamente, fueron derrocados. Fue algo bueno para Argentina. La gente en Guatemala continúa huyendo de esa destrucción. Ha sido una historia de terror desde entonces. Lo mismo con El Salvador, donde alrededor de 70.000 personas fueron asesinadas durante la década de 1980, casi todas ejecutadas por una fuerzas de seguridad armadas, entrenadas y dirigidas por Estados Unidos. Nuevamente, historias de horror. En Honduras, donde no hace mucho tiempo había una gran cantidad de refugiados de otros lugares, el flujo de refugiados comenzó a aumentar después de que un golpe de Estado militar expulsara al Gobierno elegido democráticamente, el Gobierno de Zelaya, algo que fue condenado por todos los países de la región y del mundo, con la excepción habitual del presidente Obama. Hillary Clinton se negó a calificarlo como un golpe militar, porque eso hubiera significado terminar con la ayuda militar a la junta, que EE.UU. continuó proporcionando. Siempre existió una represión severa y muchas atrocidades, pero tras el golpe todo eso aumentó rápidamente. Honduras se convirtió en el lugar con los mayores indices de homicidios del mundo, y los refugiados comenzaron a huir. Las supuestas elecciones fueron reconocidas como una burla por casi todo el mundo, excepto por Estados Unidos. Y todo esto continúa. Hay dos países en la región de los cuales no se ha visto emigrar a refugiados. Uno es Costa Rica, que es el único país que de algún modo funciona y, no por accidente, es el único país en que Estados Unidos no tiene… en que Estados Unidos no ha intervenido militarmente para derrocar al Gobierno e imponer un régimen militar. El otro es Nicaragua, que tiene una situación muy diferente, ya que también sufrió severamente en la década de 1980 debido a las políticas del gobierno de Reagan. Pero Nicaragua era diferente a los otros países de la región: Tenía un ejército para defenderse. En los otros países, el ejército eran los terroristas. En Nicaragua, el ejército pudo, hasta cierto punto, defender a la población de las fuerzas terroristas de Reagan. Y aunque hay muchos problemas en Nicaragua, no ha sido un punto de salida de refugiados. Esencialmente, lo que está diciendo el presidente Trump es: destruiremos sus países, los masacraremos, impondremos regímenes brutales, pero si intentan salir, no vengan aquí, porque Estados Unidos está lleno.
Traducido por Lissette Favorite. Editado por Igor Moreno Unanua y Democracy Now! en Español.