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El impactante informe de un gran jurado reveló que más de trescientos sacerdotes católicos abusaron sexualmente de mil menores, y posiblemente de miles más, durante un período de siete décadas. Las autoridades eclesiásticas encubrieron los abusos, les mintieron a las comunidades, trasladaron a los pedófilos en lugar de expulsarlos y ocultaron las denuncias de abusos en lo que denominaban “un archivo secreto”.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Shaun Dougherty y Bob Hoatson. Dougherty es un sobreviviente del abuso sexual perpetrado por un sacerdote de Pensilvania. Su caso fue incluido en el informe emitido el martes por el gran jurado. Dougherty fue abusado sexualmente por un sacerdote de la diócesis de Altoona-Johnstown en Pensilvania durante tres años. Empezó cuando él tenía 10 años de edad. George Koharchick, el sacerdote responsable, fue expulsado del sacerdocio. A pesar de que el FBI determinó que Koharchick es un pedófilo, no se lo puede juzgar como tal por una norma de prescripción vencida. Hoatson es un ex sacerdote católico, cofundador y presidente de la organización Road to Recovery, que asiste a las víctimas de abuso sexual.