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Mientras la paralización del Gobierno más prolongada de la historia de EE.UU. está por cumplir 25 días y el presidente Trump continua aplicando medidas enérgicas contra las personas inmigrantes, analizamos cómo el Gobierno de Trump está criminalizando la ayuda humanitaria en la frontera. Hoy en Tucson, Arizona, los activistas del grupo humanitario No Más Muertes van a juicio a responder por cargos por una serie de delitos federales. Estos se vinculan con el intento de dejar agua y alimentos en el implacable desierto de Sonora para que las personas refugiadas y migrantes puedan sobrevivir el terrible cruce de la frontera. Los cargos fueron presentados el año pasado en enero, apenas una semana después de que No Más Muertes publicara un informe en el que se acusada a los agentes de la Patrulla Fronteriza de destruir o confiscar de forma rutinaria los recipientes con agua, alimentos y otros elementos de ayuda humanitaria y, con ello, condenar a las personas refugiadas y migrantes a morir por deshidratación o exposición a las extremas condiciones climáticas del desierto.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Paige Corich-Kleim y Ryan Devereaux. Corich-Kleim es una trabajadora de ayuda humanitaria y voluntaria de No Más Muertes. Devereaux es periodista del sitio de noticias The Intercept. Su artículo más reciente se titula “Arizona Judge in No More Deaths Case Had Secret Talks with Federal Prosecutors” (El juez de Arizona que entiende en la causa de No Más Muertes mantuvo conversaciones secretas con fiscales federales).