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Amy Goodman y Denis Moynihan
Llevó una semana, pero los docentes de las escuelas públicas de Los Ángeles ganaron la batalla. Más de 30.000 docentes y personal escolar, miembros del sindicato “Docentes Unidos de Los Ángeles” (UTLA, por su sigla en inglés), se declararon en huelga por primera vez en 30 años, en demanda de más recursos para sus aulas, personal auxiliar y de biblioteca en cada escuela, grupos más pequeños por clase y mejores salarios. Tanto al sol como bajo la lluvia, estudiantes, madres, padres y otros aliados se unieron a los piquetes y manifestaciones convocadas por los maestros. El martes, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) —el segundo mayor distrito escolar del país, del cual casi tres cuartos de sus estudiantes son latinos— acordó satisfacer las demandas de los docentes en huelga. Las clases se reanudaron el miércoles. Esta importante huelga también se suma a una ola de medidas similares llevadas a cabo en todo el país por docentes que luchan contra el intento de los intereses corporativos de privatizar la educación pública.
El martes por la noche, el presidente del sindicato docente de Los Ángeles, Alex Caputo-Pearl, hizo estas declaraciones después de que una gran mayoría de los miembros del sindicato ratificara el acuerdo: “Hicimos huelga, una de las huelgas más grandes que ha vivido Estados Unidos en décadas. La creatividad, la innovación, la pasión, el amor y la emoción de nuestros afiliados estuvieron presentes en las calles, en las comunidades, en los parques, a la vista de todos”.
Arlene Inouye, especialista del habla y el lenguaje con 18 años de experiencia en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, presidió el comité de negociación por parte del UTLA. En una entrevista para Democracy Now!, Inouye declaró: “Este fue un acuerdo histórico y nos dio más de lo que esperábamos”. Se cumplieron todas sus demandas principales, como poner un límite a las escuelas “chárter” para revertir la tendencia hacia la privatización, y además se pusieron sobre la mesa otro tipo de demandas. Inouye explicó: “También pudimos incluir en nuestras escuelas algunos temas de negociación no obligatorios, los que llamamos ‘asuntos de bien común’, como espacios verdes en los campus, detener la criminalización de los jóvenes. Pudimos conseguir un fondo de defensa para inmigrantes. Estamos haciendo una declaración de valores”.
También en Democracy Now!, la investigadora y periodista Sarah Jaffe, autora del libro “Necessary Trouble: Americans in Revolt” (“Problemas necesarios: estadounidenses en rebelión”, en español), manifestó: “Ha habido corrientes de reforma dentro del UTLA desde hace al menos una década. Los docentes me contaron que estos movimientos se remontan a la crisis financiera de 2008, la recesión y el despido masivo de muchos docentes, y que de allí surgió el intento de conformar una nueva corriente interna. En 2014, la agrupación Union Power ganó las elecciones y con docentes como Arlene y Alex Caputo-Pearl al frente introdujo un departamento de organización, un departamento de investigación, un departamento político, que el sindicato no tenía anteriormente, y logró que los docentes votaran a favor de aumentar sus propias cuotas sindicales para poder llevar a cabo estas propuestas. En este clima, tras [el juicio de Mark] Janus, que fue [desfavorable] para los trabajadores del sector público, deberíamos prestarle atención a un sindicato que, nuevamente, hizo que los docentes aumentaran sus propias cuotas para invertir en convertirse en un sindicato de lucha y movilización de verdad”.
En sus manifestaciones, los maestros y profesores mencionaron en reiteradas ocasiones el tema de la privatización. La docente Marianne O’Brien expresó en diálogo con Democracy Now!: “Básicamente, esta lucha aborda la privatización de las escuelas. El superintendente Austin Beutner está presionando para privatizar las escuelas. Y eso es un problema para nosotros porque, si todos los fondos para las escuelas públicas se destinaran a las escuelas chárter, nuestros estudiantes se verían perjudicados de manera desproporcionada y no tendrían acceso a una educación de calidad”.
El superintendente Austin Beutner, un acaudalado banquero de inversión, no tiene experiencia previa en educación. ¿Cómo llegó al cargo? La escritora Sarah Jaffe explicó cómo fue la elección de la junta escolar del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en 2018: “El año pasado hubo elecciones para designar a la nueva junta escolar. La campaña involucró 14,7 millones de dólares provenientes de fondos externos, invertidos por defensores de las escuelas chárter, grandes fondos de cobertura y cosas por el estilo; las personas que normalmente vemos introducirse en estos lugares. Así que obtuvieron una mayoría de candidatos a favor de las escuelas chárter y colocaron a Beutner en el cargo”.
Uno de los planes de Beutner es dividir el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en 32 distritos “modelo”, imitando los procedimientos de ciudades como Detroit y Newark que, según el UTLA, “están plagados de un entramado de planes de privatización que no mejoran los resultados de los estudiantes”.
Las escuelas chárter no solo pueden despedir docentes más fácilmente que las escuelas públicas; también pueden despedir a los alumnos. Al elegir estudiantes de alto rendimiento y rechazar a aquellos que tienen necesidades especiales o puntaje bajo en los exámenes estandarizados, las escuelas chárter agotan los recursos de las escuelas públicas de los vecindarios más pobres. Lilit Azarian, otra docente presente en el piquete, nos dijo: “Se trata de luchar por las comunidades de color, porque esas son las comunidades afectadas por esta corriente privatizadora que ha tomado el control”.
En marzo habrá una elección especial para cubrir un cargo en la junta escolar del Distrito Unificado de Los Ángeles que quedó vacante cuando un miembro se declaró culpable de haber cometido delitos financieros graves en la campaña. La elección está siendo fuertemente disputada entre los defensores de las escuelas chárter y el UTLA y otros aliados de las escuelas públicas tradicionales. Jaffe opinó: “Si los docentes quieren a Beutner afuera, esta será la forma de lograrlo”.
El año pasado, una ola de huelgas docentes atravesó el país, pero en estados de mayoría republicana, como Virginia Occidental, Oklahoma y Arizona. Los docentes se declararon en huelga y lograron mejoras notables; no solo en salarios y beneficios, sino también en recursos para las escuelas y aulas. Ahora los maestros se están alzando en bastiones demócratas como Los Ángeles. El martes, cuando el UTLA declaró la victoria y puso fin a la huelga, el sindicato docente de Denver, Colorado, votó por abrumadora mayoría a favor de hacer huelga. También se espera que los docentes sindicalizados de Oakland, California, hagan huelga, al igual que los de las universidades comunitarias de Chicago.
Si los docentes de Los Ángeles son una señal de lo que está por venir, los privatizadores y su defensora en Washington D.C., la multimillonaria secretaria de Educación Betsy DeVos, podrían estar frente a oponentes más que fuertes.
© 2019 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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