Miles de personas marcharon en Bolivia el lunes 18 de noviembre para exigir la renuncia de Jeanine Áñez. La senadora de derecha Áñez se autoproclamó presidente de Bolivia la semana pasada tras la renuncia del presidente Evo Morales, que había estado en el cargo durante años, ante la presión de los militares. El golpe de Estado sumió a Bolivia en una crisis que provocó hechos de violencia en todo el país y dejó al menos 23 muertos. El viernes 15 de noviembre las fuerzas militares mataron a nueve partidarios de Morales en las afueras de Cochabamba, donde los indígenas salieron a la calle de nuevo el lunes 18. Miles de personas más marcharon hasta el palacio presidencial en La Paz. La ola de protestas condena el pico de violencia contra los indígenas en el gobierno interino de la presidente Áñez y exige el regreso de Evo Morales. Áñez tiene antecedentes de haber usado un lenguaje racista anti indígena y la semana pasada emitió un decreto para proteger a los militares contra demandas judiciales por el uso de la violencia. Además, dijo que Morales podría ser demandado legalmente si regresa a Bolivia. Morales es el primer presidente indígena de Bolivia, un país de mayoría indígena.
Para saber más de este tema, puede ver la conversación que mantuvimos (en inglés) con Sacha Llorenti, embajador boliviano ante la ONU desde 2012. “Estamos atravesando no solo un golpe de Estado sino uno violento”, afirma Llorenti.