La líder de facto de Birmania, Aung San Suu Kyi, pidió ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU que se abandone el caso de genocidio contra Mianmaar, ex Birmania. Suu Kyi recibió el Premio Nobel de la Paz por haber luchado durante más de una década contra los militares birmanos que ahora defiende. La semana pasada, Suu Kyi se presentó en persona ante el tribunal para disputar los cargos y se refirió a las acusaciones de genocidio contra los musulmanes rohinyás como “incompletas y engañosas”. Los militares birmanos mataron y violaron a miles de rohinyás y obligaron a más de 700 mil a huir a la vecina Bangladesh, en una brutal represión del ejército en 2017. Gambia inició la demanda por genocidio ante el tribunal internacional y acusó a Birmania de tratar de “destruir a los rohinyás como grupo, en su totalidad o en parte, mediante matanzas y violaciones y otras formas de violencia sexual”.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Reed Brody. Brody, que se comunica con nosotros desde Barcelona, España, es asesor y vocero de Human Rights Watch. Además, ayuda a las víctimas gambianas a procesar al ex dictador Yahya Jammeh.