Las protestas contra el gobierno continúan en Irak un día después de que el Parlamento de ese país aceptara la renuncia del primer ministro Adel Abdul Mahdi. El sábado 30 de noviembre, los manifestantes largaron fuegos artificiales en la plaza Tahrir de Bagdad cuando Abdul Mahdi anunció que presentaría la renuncia. Sin embargo, Mahdi seguirá interinamente hasta que se forme el nuevo gobierno. La renuncia se produjo dos días después de que las fuerzas de seguridad iraquíes asesinaran a, por lo menos, 44 personas en las ciudades de Nasiriya y Najaf, ubicadas al sur del país, luego que el consulado iraní fuera incendiado el miércoles 27 de noviembre a la noche. Tras la sangrienta represión, el gran ayatola Ali Al-Sistani, líder espiritual chiita, exhortó al Parlamento iraquí a que retire su apoyo al primer ministro y advirtió que la escalada de violencia podría conducir a una guerra civil en Irak. Más de 400 manifestantes fueron asesinados y 15 mil heridos desde octubre, cuando las manifestaciones contrarias al gobierno empezaron y se generalizaron.
Para saber más de este tema, puede ve la conversación que mantuvimos (en inglés) con el periodista iraquí Ghaith Abdul-Ahad, corresponsal del periódico The Guardian, y Sinan Antoon, poeta, escritor, traductor y docente nacido y criado en Bagdad.