En Madrid, más de 1.000 personas se congregaron el domingo para llevar a cabo una manifestación de protesta pacífica cerca de un centro de acogida para menores refugiados no acompañados que han sido objeto de frecuentes agresiones verbales y físicas por parte de políticos de derecha y otros grupos de personas. La semana pasada, una granada de mano fue lanzada por encima del muro del refugio, en la más reciente de las agresiones. La granada no detonó hasta que el escuadrón antibombas llevó a cabo una explosión controlada. Las siguientes son palabras de Abass Fofana, refugiado de Guinea-Bisáu que vivió en el centro de acogida.
Abass Fofana expresó: “Con lo que está haciendo la gente, ahora ya no tengo ninguna confianza para vivir en España… no está bien, lo que puedo decir es que la gente deje lo que está haciendo, que dejen a los inmigrantes hacer lo que queremos hacer: estudiar, y que nos ayuden a conseguir un diploma y trabajar”.
Y las siguientes son palabras de Juan González Martínez, residente del vecindario de Hortaleza, en Madrid, donde se encuentra ubicado el centro de acogida para menores.
Juan González Martínez declaró: “Desde hace unos meses, el partido de ultraderecha, el partido fascista Vox, y otros colectivos de extrema derecha han puesto el foco en el barrio, han puesto el foco en señalar a estos chavales, por sus propios intereses electoralistas y partidistas”.
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