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Tras la inmensa presión social, los fiscales de Alabama retiraron los cargos por homicidio contra Marshae Jones, una mujer afroestadounidense de 28 años de edad que perdió el embarazo luego que un compañero de trabajo le disparara en el vientre. La policía local acusó a Jones de iniciar la pelea que derivó en el disparo, ocurrido en el estacionamiento de una tienda Dollar General en las afueras de Birmingham. Más tarde, un gran Jurado acusó a Jones de homicidio, pero no presentó ningún cargo contra el atacante. El caso concitó la indignación de las defensoras de los derechos de las mujeres a nivel nacional, preocupadas por la criminalización de las mujeres embarazadas y las implicancias legales de la llamada condición de persona del embrión humano. La federación Nacional del Aborto junto a la organización Yellowhammer Fund y otras agrupaciones de defensa de la justicia reproductiva lanzaron una campaña exitosa para que se anularan los cargos contra Jones. Alabama es uno de los 38 estados que tienen ley de homicidio del feto.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Lynn Paltrow, fundadora y directora ejecutiva de Defensoras Nacionales de las Mujeres Embarazadas.
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