En el suroeste de Libia, las autoridades afirman que un ataque con aviones no tripulados perpetrado el domingo en la remota ciudad de Murzuq causó la muerte de 42 personas e hirió a otras 60, 30 de ellas de gravedad. El Gobierno respaldado por la Organización de las Naciones Unidas que controla la capital del país, Trípoli, culpó del ataque a las fuerzas leales al jefe militar Khalifa Haftar, cuya facción tiene su base en la ciudad de Bengasi y que en abril lanzó una ofensiva con el objetivo de apoderarse de la capital. Haftar es un antiguo activo de la CIA a quien la Casa Blanca ha elogiado por su “papel en la lucha contra el terrorismo y en asegurar los recursos petroleros de Libia”.
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