En México, soldados con indumentaria antidisturbios hicieron uso de porras y gas pimienta el jueves para hacer retroceder una caravana de cientos de migrantes y solicitantes de asilo centroamericanos luego de que ingresaran desde Guatemala al estado de Chiapas, ubicado al sur del país. Entre los heridos se encuentra una mujer embarazada que quedó inconsciente después del ataque. Funcionarios mexicanos afirman que unas 800 personas fueron detenidas y enviadas en autobuses a una cárcel para inmigrantes cercana.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, ha cedido a la intensa presión del presidente Donald Trump para que reprima a los migrantes centroamericanos que se dirigen a la frontera entre Estados Unidos y México en busca de asilo, a causa de la descontrolada violencia de pandillas, la agobiante pobreza y las malas cosechas provocadas por el cambio climático.
La semana pasada el presidente AMLO prometió proporcionar puestos de trabajo a miles de migrantes si solicitaban asilo en México y no en Estados Unidos. Sin embargo, muchos de los arrestados durante otro operativo de inmigración llevado a cabo a principios de esta semana afirman haber sido engañados. Las siguientes son palabras de José Henríquez, uno de los más de 400 solicitantes de asilo deportados a Honduras el jueves.
José Henríquez afirmó: “Allá en la frontera nos engañaron. Nos dijeron que allí en México nos iban a dar trabajo, que había empleo para 4.500 personas, y resulta que era pura mentira. Y que estaban tres estados disponibles para recibir a todos los hondureños, para que trabajáramos allí, y solamente nos engañaron”.