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“Es una bendición estar sentado aquí en este momento”, dice Ronnie Long, que salió en libertad luego de haber pasado 44 años tras las rejas por un crimen que no cometió. En 1976, un jurado compuesto exclusivamente por personas blancas acusó a Long, que es afroestadounidense, de violar a una mujer blanca y lo condenó a 80 años de cárcel. En 2015, los abogados de Long se enteraron de que los investigadores del crimen habían retenido información que probaba su inocencia, como muestras de semen y huellas dactilares tomadas en la escena del crimen que no coincidían con las suyas. Asimismo, los letrados pudieron averiguar que había testigos presentados por la fiscalía en el juicio que habían cometido perjurio en sus declaraciones. Se necesitaron varios años más y un fallo del Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito de Estados Unidos para que Long saliera en libertad. Finalmente, salió del Instituto Correccional Albemarle de Carolina del Norte el 27 de agosto. Ahora, Long le pide al gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, que lo exonere de culpa para limpiar completamente su nombre y poder recibir una compensación económica. “Hay personas como yo que han sido víctimas del sistema. Y luego hay un giro, me devuelven a la sociedad y esperan que viva una vida productiva”, dice. “Necesito que me exoneren de culpa para poder seguir adelante con mi vida”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Ronnie Long.
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