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El presidente Trump presentó su tercer discurso sobre el estado de la Union el martes 4 de febrero, justo el día andes de la fecha en la que se espera que el Senado, de mayoría republicana, vote su absolución en lo que ha sido el tercer juicio político a un presidente en la historia de Estados Unidos. El discurso de Trump se centró fuertemente en la economía y la inmigración, sonando por momentos como un acto de campaña, con legisladores republicanos cantando “¡cuatro años más!”. No hizo ninguna mención al juicio político en su contra. Antes del discurso, Trump se negó a darle la mano a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y cuando finalizó, Pelosi apareció en televisión rompiendo su copia del discurso de Trump. Más tarde, se refirió al discurso como un “manifiesto de falsedades”.Varios congresistas demócratas, como Rashida Tlaib, Tim Ryan, Seth Moulton y Bill Pascrell, decidieron salir del recinto durante el discurso de Trump. Y hubo demócratas que boicotearon por completo el evento, como Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York, Ayanna Pressley de Massachusetts, Maxine Waters de California, Al Green de Texas, Hank Johnson de Georgia, Steve Cohen de Tennessee, Earl Blumenauer de Oregon y Frederica Wilson of Florida.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Lee Fang, periodista de investigación del portal The Intercept, y Roberto Lovato, autor de un libro de próxima publicación titulado “Unforgetting: A Memoir of Revolution and Redemption” (Sin olvido: una memoria de revolución y redención), y cofundador de la campaña #DignidadLiteraria, que busca hacer oir las voces de escritorxs latinxs en la literatura estadounidense. Según Fang, en el discurso sobre el estado de la Unión, Trump se dedicó a “arrojar carne cruda a sus bases. Quedó claro para cualquiera que lo estuviera mirando: fue un discurso de campaña; Trump prefigurando su mensaje electoral 2020”.