El nuevo coronavirus continúa devastando Estados Unidos, donde el número oficial de víctimas fatales ya sobrepasa las 50.000, más de una cuarta parte de las casi 195.000 muertes por COVID-19 reportadas a nivel mundial. Un recuento dado a conocer el jueves por investigadores de la Universidad Johns Hopkins halló que 3.176 personas en Estados Unidos fallecieron a causa de la enfermedad en solo 24 horas. Numerosos directores de funerarias y médicos forenses afirman que miles de muertes más por COVID-19 no han sido contabilizadas en el país.
La enfermedad continúa afectando la economía de Estados Unidos. El jueves, el Departamento de Trabajo reportó que otros 4,4 millones de trabajadores estadounidenses solicitaron prestaciones por desempleo durante la última semana, lo que incrementa las nuevas solicitudes realizadas en las últimas cinco semanas a más de 26 millones, una escala que no se había observado desde la Gran Depresión.
Durante la histórica votación que tuvo lugar el jueves en el Capitolio de EE.UU., la mayoría de los legisladores, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, usaron tapabocas excepto cuando pronunciaban discursos en la sala de debates. Intencionalmente, un grupo de más de diez representantes republicanos se negó a cubrirse el rostro, pese a las objeciones de sus colegas y a las recomendaciones del médico de la Cámara. Al menos 34 miembros del Congreso han dado positivo por COVID-19, lo que ha afectado a familias y amigos de personas en todo el Capitolio. Estas son las palabras de la congresista demócrata del estado de California, Maxine Waters.
La congresista Maxine Waters sostuvo: “Voy a tomarme un momento para dedicar este proyecto de ley a mi querida hermana, que en este momento está muriendo en un hospital de la ciudad de St. Louis, Misuri, contagiada de coronavirus”.
La ex precandidata presidencial y senadora del estado de Massachusetts Elizabeth Warren sostuvo el jueves que su hermano mayor falleció esta semana en un hospital de Oklahoma, tres semanas después de que fuera diagnosticado con coronavirus. Donald Reed Herring tenía 86 años. La senadora Warren tuiteó: “Es difícil saber que la familia no pudo sostener su mano o decir 'Te amo' una última vez y que no habrá funeral en el que quienes lo amamos podamos abrazarnos”.
En la Casa Blanca, el principal científico del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos describió el jueves una nueva investigación que muestra que el nuevo coronavirus es vulnerable a la exposición a condiciones cálidas y húmedas y a altos niveles de luz ultravioleta. Los hallazgos, que aún no han pasado por una segunda revisión científica especializada, sugieren que el coronavirus puede volverse menos contagioso durante los meses de verano. Durante la sesión informativa del equipo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca del jueves, el presidente Donald Trump aprovechó la noticia para introducir nuevas maneras de luchar contra el Covid-19.
El presidente Donald Trump afirmó: “Supongamos que sometemos el cuerpo a una luz tremenda, ya sea ultravioleta o simplemente una luz muy potente. Y creo que usted dijo que no ha sido verificado pero que van a someterlo a prueba. Y entonces digo, supongamos que se puede introducir la luz en el cuerpo, a través de la piel o de otra manera. Y creo que usted dijo que también van a poner eso a prueba. Suena interesante. Y también veo que el desinfectante elimina [el virus] en un minuto, un minuto. ¿Y hay alguna manera de que podamos hacer algo así mediante una inyección en el interior [del cuerpo] o una especie de limpieza?”
En respuesta, el fabricante de desinfectantes Lysol emitió una seria advertencia en la que sostuvo “… bajo ninguna circunstancia nuestros productos desinfectantes deben administrarse en el cuerpo humano (por inyección, ingestión o cualquier otra vía)”. El doctor Craig Spencer, director de Salud Mundial en medicina de emergencia del Hospital Presbyterian, centro médico asociado a la Universidad de Columbia de Nueva York, respondió en Twitter: “En lugar de que se nos pregunte cómo mejoramos nuestra respuesta a la #COVID19 en los próximos meses, se pide a los médicos que comenten por qué las personas no deberían beber cosas como lejía o alcohol isopropílico. Esto tiene que parar”. Asimismo, Trump sostuvo el jueves que no estaba de acuerdo con el doctor Anthony Fauci, principal científico de su equipo de trabajo sobre coronavirus, quien afirmó que Estados Unidos necesita aumentar significativamente la realización de pruebas de diagnóstico. Expertos en salud pública mantienen que es necesario un gran incremento en la realización de pruebas de diagnóstico y de serología antes de que cualquier estado pueda comenzar a reanudar sus actividades económicas de manera segura.
En las inmediaciones de la Casa Blanca, decenas de conductores tocaron las bocinas de sus automóviles el jueves mientras conducían por la avenida Pennsylvania, mostrando carteles de protesta en los que podía leerse: “Trump miente, la gente muere” y “#GiveUsPPE!” (#¡DennosEquiposDeProtecciónPersonal!, en Español)”. Un pequeño grupo de manifestantes depositó simbólicamente bolsas para cadáveres en la acera frente al Hotel Internacional Trump mientras la caravana de protesta rodeaba el edificio.
Manifestante: “Todos los días, las personas mueren innecesariamente porque no tenemos pruebas de diagnóstico. No tenemos equipo de protección personal adecuado. No tenemos una planificación adecuada. No tenemos un liderazgo adecuado. Necesitamos que el presidente renuncie”.
En California, el gobernador Gavin Newsom dijo el jueves que su estado había padecido el “día más mortal” de la pandemia, con 115 muertes en 24 horas. Newsom dijo que aún es demasiado pronto para terminar con las políticas de distanciamiento social.
El gobernador Gavin Newsom sostuvo: “Sé que existe un profundo deseo. La gente hace llamadas todo el tiempo para decir que es hora de reactivar [la economía]. Tengan en cuenta que tuvimos el día más mortal del estado de California en las últimas 24 horas, con un aumento del 8,5% en el número total de muertes y tuvimos un aumento del 5,6% en el número total de personas que dieron positivo en el estado”.
A pesar de las desoladoras cifras, California ha sufrido muchas menos muertes per cápita a causa de la COVID-19, gracias a que los funcionarios de salud pública tomaron medidas antes que otros estados para ordenar a los residentes que permanecieran en sus hogares mientras el virus comenzaba a propagarse.
En noticias sobre medicina, el informe preliminar aún no publicado de un esperado ensayo clínico realizado en China concluye que el fármaco antiviral remdesivir no logró reducir las tasas de mortalidad o los tiempos de recuperación de pacientes con COVID-19. Estas conclusiones todavía no han sido evaluadas por otros expertos.
Los resultados preliminares de un estudio realizado por el Departamento de Salud del estado de Nueva York mostraron que el medicamento promocionado por el presidente Trump como cura para la COVID-19, la hidroxicloroquina, no tuvo ningún efecto en la recuperación de los pacientes.
El nuevo portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) realizó comentarios racistas sobre la población china en reiteradas oportunidades y afirmó que los demócratas querían que el coronavirus matara a miles de personas. Michael Caputo, veterano operador político republicano y aliado de Trump, fue nombrado la semana pasada subsecretario del HHS para asuntos públicos. En publicaciones efectuadas en redes sociales posteriormente eliminadas pero archivadas en línea, Caputo tuiteó: “Millones de chinos les chupan la sangre a virulentos murciélagos como aperitivo y se comen el [bip] de los osos hormigueros”. En otros tuits en torno al mismo tema, Caputo escribió: “¿No tienes un murciélago para comer?” y “Eres muy convincente, Wang”.
En México, trabajadores de los hospitales se quejan del reciente abuso y discriminación que han recibido de parte de desconocidos y de las autoridades, que creen que los médicos y los enfermeros contribuyen a propagar el coronavirus. Más de 20 miembros del personal médico de todo México informaron haber sido agredidos y bajados a la fuerza de autobuses y que incluso a algunos se les prohibió ingresar a sus propios hogares. Una enfermera describió que le tiraron lejía mientras caminaba a casa después de un turno en el que había tratado a pacientes con COVID-19.
Un nuevo informe advierte que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, está tomando medidas autoritarias para lidiar con el brote de coronavirus en El Salvador, mientras los líderes de derechos humanos del país dicen que Bukele está utilizando la pandemia para avanzar en su agenda militarista. El informe también alerta sobre la escasez crónica de agua en El Salvador e insta al Gobierno a establecer protocolos adecuados para garantizar la protección de las mujeres, las niñas, las personas LGBTQ y otras comunidades durante la pandemia. En un comunicado, el Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, que redactó el informe, escribió: “Esta pandemia será una sentencia de muerte para aquellos que en realidad podrían salvarse si hubiera políticas integrales y humanas en lo que respecta a la salud pública”
En Puerto Rico, los defensores de los derechos de las personas transgénero exigen que las autoridades locales investiguen el reciente asesinato de dos mujeres transgénero que fueron encontradas calcinadas dentro de un vehículo en la costa este de la isla. Serena Velázquez y Layla Peláez se encuentran entre los cuatro casos reportados de personas transgénero asesinadas en Puerto Rico este año.