En el Líbano, por segunda noche consecutiva se llevaron a cabo el martes multitudinarias manifestaciones de protesta en la capital, Beirut, así como en ciudades de todo el país, debido a la indignación de la población por el deterioro de la economía y la alarmante escasez de alimentos mientras continúa la pandemia.
Hassan Obeid expresó: “Somos jornaleros; si trabajamos, comemos; si no trabajamos, no comemos. Pedimos a Dios que la situación mejore”.
La mayor y más violenta manifestación se reportó en la ciudad de Trípoli, tras la muerte de un hombre de 26 años, quien, según se informó, recibió un disparo del Ejército libanés durante una manifestación de protesta realizada la noche anterior. En respuesta, los manifestantes incendiaron varios bancos en Trípoli, donde los enfrentamientos con los soldados continuaron hasta las primeras horas del miércoles.