En un fallo histórico, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que gran parte de las tierras del este de Oklahoma —que constituyen casi la mitad del estado— son territorio indígena, conforme a un tratado que el gobierno de EE.UU. firmó con el pueblo muscogee (creek) en el siglo XIX. El juez Neil Gorsuch, nominado por Trump, sumó su voto al ala liberal del tribunal en un fallo que ganó por el estrecho margen de cinco votos a favor y cuatro en contra. El fallo determinó que las autoridades estatales no pueden procesar penalmente a las comunidades indígenas del territorio según leyes estatales o locales. La impactante decisión del tribunal, que también alcanza a los pueblos cherokee, chickasaw, choctaw y seminole, es una gran victoria para la soberanía indígena y los derechos garantizados en los tratados. “Es un fallo histórico y, probablemente, sea el fallo judicial a favor de los derechos indígenas más importante que el tribunal haya emitido en el último medio siglo”, sostiene la abogada Sarah Deer, miembro del pueblo muscogee (creek) de Oklahoma y profesora de la Universidad de Kansas. “El alcance del fallo en sí va mucho más allá de Oklahoma”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Sarah Deer.