La explosión en el puerto de Beirut, que mató al menos a 100 personas e hirió a otras 4.000, ocurrió en un momento muy difícil para Líbano, que ya estaba enfrentando una fuerte crisis económica, política y de salud pública en medio de la pandemia de coronavirus. Se cree que el origen de la explosión estuvo en 2.700 toneladas de nitrato de amonio. Un material altamente explosivo que, inexplicablemente, había sido dejado sin las medidas de seguridad correspondientes en un almacén del puerto durante seis años. Según el periodista Rami Khouri esta es una prueba más de “la incompetencia, corrupción, lasitud, poca profesionalidad e indiferencia acumuladas en los sucesivos gobiernos libaneses” que le han fallado al país.
Para ampliar esta información, vea nuestra conversación con Rami Khouri, que señala: “La élite política gobernante es responsable de esto”.