Una de las repercusiones del ataque policial contra Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin es la revisión del caso de la adolescente negra Chrystul Kizer, procesada por matar a quien denuncia como su traficante sexual- un hombre blanco de 34 años- en el año 2018, cuando ella tenía apenas 17 años de edad. Los archivos judiciales muestran que Randall Volar tenía antecedentes de abuso sexual contra jóvenes negras menores de edad y que esa información era conocida por la policía de Kenosha que, sin embargo, lo dejó libre durante meses. Kizer dice que le disparó a Volar y lo mató en defensa propia en 2018, luego que el hombre la drogara e intentara violarla. Kizer salió en libertad en junio de este año bajo una fianza de 400.000 dólares, pero su caso todavía sigue abierto. “Realmente eso dice mucho de la fuerza policial y los fiscales de ese lugar”, dice Jessica Contrera, periodista de Washington Post. “Chrystul protagoniza este caso que revela todo el trauma sexual que atraviesan tantas jóvenes negras cuando son víctimas de trata”.
Para conocer más sobre este tema, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Jessica Contrera.